Bendición. Narendra Modi (izda) recibe la bendición de su madre, Heeraben (dcha).
El dirigente opositor de India, Narendra Modi, será el nuevo primer ministro del gobierno democrático más grande del mundo, luego de lograr la victoria más apabullante que el país ha visto en tres décadas, que desplazó del poder al largamente gobernante partido del Congreso.
Modi, un político de carrera que en campaña prometió revivir el crecimiento económico, tendrá una tarea ardua para gobernar en momentos de profundos cambios en la sociedad india. También ha dicho que desea fortalecer los lazos con Estados Unidos, pero a los críticos les preocupa que su partido nacionalista hindú pueda empeorar las tensiones sectarias con los 138 millones de musulmanes que viven en India y que son minoría.
El resultado fue una apabullante derrota para el partido del Congreso, que está profundamente enlazando con la dinastía política Nehru-Gandhi, que ha estado en el centro de la política india la mayor parte del tiempo independiente del país. El partido, encabezado por el primer ministro Manmohan Singh, se ha visto plagado por repetidos escándalos de corrupción y un pobre desempeño de la economía.
Mientras su victoria se volvía clara ayer viernes, Modi apareció ante una multitud de personas que lo vitoreaban y trató de dar un tono conciliador.
"Siempre he dicho que gobernar la nación es responsabilidad de todos nosotros", dijo Modi. "Quiero su bendición para que podamos dirigir un gobierno que incluya a todos en él".
Sin embargo, Modi es una figura divisoria en este país de mil 200 millones de personas, en parte porque cuando era jefe de ministros del estado de Gujarat, hubo un motín comunal en 2002 que dejó más de mil muertos, en su mayoría musulmanes.
Modi fue acusado de hacer poco para evitar la violencia, aunque él niega haber actuado mal y nunca fue acusado de delito alguno. En 2005 Estados Unidos le negó la visa por supuesta complicidad en los disturbios, aunque ahora como primer ministro en teoría tendría garantizado el acceso a suelo norteamericano.
La cuestión ahora es si puede ser verdaderamente un líder secular en un país con tantas creencias religiosas. A la difusión de los resultados preliminares, Modi declaró en Twitter en un tono triunfalista: "¡India ha ganado!"