Las campañas electorales en Argentina rumbo a las presidenciales de 2015 se adelantaron con la presentación de un frente que aglutina a líderes de la oposición que buscarán poner fin a 12 años de gobiernos kirchneristas.
Los dirigentes presentaron su alianza bajo el nombre de Frente Amplio Unen, que será conocida como Faunen, pero las fotos evidenciaron las contradicciones políticas que arrastran históricamente sus integrantes, muchos de los cuales se habían denunciado e insultado públicamente.
El principal problema que arrastra este nuevo grupo es que cuenta con por lo menos cinco precandidatos presidenciales que aspiran a disputarse la postulación en las elecciones primarias e internas que se realizarán en agosto de 2015, previo a los comicios generales.
Uno de los dirigentes más importantes es Hermes Binner, el político socialista que en las presidenciales de 2011 quedó en segundo lugar con el 16 por ciento de los votos, frente al contundente 54 por ciento con el que se reeligió la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
También participa en el Faunen la tres veces candidata presidencial Elisa Carrió, conocida por su capacidad para romper alianzas, pelearse con sus compañeros y aislarse.
De hecho, el mismo día que se presentó este nuevo grupo, Carrió advirtió que “no votaría nunca a varios candidatos de mi Frente”, con lo que evidenció la debilidad que arrastra este acuerdo desde su nacimiento.
A ellos se les suma Fernando “Pino” Solanas, el cineasta de izquierda que, después de haber insistido una y otra vez que no tenía nada qué hacer cerca de una líder conservadora y apocalíptica como Carrió, terminó uniéndose a ella en las elecciones legislativas del año pasado.
La Unión Cívica Radical, el histórico partido opositor al peronismo, quedó representado por el senador Ernesto Sanz y el ex vicepresidente Julio Cobos, quien en 2007 fue calificado como “traidor” por haber aceptado ser compañero de fórmula de Fernández de Kirchner.
Cobos representa una contradicción en sí misma, ya que en 2008 rompió políticamente con la presidenta, pero siempre se negó a dejar el cargo de vicepresidente, y tiempo después fue recibido de vuelta en la UCR, como si no hubiera pasado nada.
En un caso similar se encuentra otro miembro de Faunen, Martín Lousteau, quien fue el primer ministro de Economía de Fernández de Kirchner y ahora está reconvertido en un líder opositor después de haber defendido al gobierno.
Más allá del impacto mediático que tuvo la unión de estos dirigentes, lo que quedó de manifiesto fue la dispersión opositora que hay en Argentina, que tiene como único fin terminar con el kirchnerismo, pero sin presentar una propuesta cohesionada y, sobre todo, sin una trayectoria política coherente.
