Todo se encuentra listo para que La Laguna por fin reciba la primera visita presidencial de este sexenio. Transcurrió un año y 259 días para que por fin se abriera un espacio en la agenda del primer mandatario de México, Enrique Peña Nieto, para que pudiera visitar estas atribuladas tierras semidesérticas.
El motivo fundamental de tan distinguida presencia es la inauguración del periférico de cuota denominado Libramiento Norte-Laguna, rúa de casi 41 kilómetros de longitud y que comunicará a partir de hoy, las puntas de las autopistas Durango-Gómez Palacio, justo en su intersección con la carretera a Chihuahua, con el municipio de Matamoros, precisamente donde desemboca la carretera de cuota que conecta a La Laguna con la ciudad de Saltillo.
Sin duda la noticia de la apertura de esta nueva vialidad es a todas luces una buena nueva. Esta ruta dota a la región de una mejor conectividad, ahorrando tiempos y disminuyendo costos, incluso de combustibles. Se despresurizará el actual periférico Raúl López Sánchez, que hasta hoy era la ruta más corta para aquellos que justamente por motivo de conexión viajan de o hacia el noreste de la República Mexicana con aquellos que lo hacen justo del suroeste o del norte del país. Beneficioso pues es contar con esta nueva alternativa.
Sin embargo, el ambiente no es ya el mejor en términos generales para la administración del señor presidente, quien llegó al poder con un gran bono democrático, no obstante de ser priista en toda la extensión de la palabra (y todo lo que ello pueda significar). Peña Nieto arribó al cargo con amplio margen y ha sido capaz de realizar reformas que sus tres antecesores simplemente fueron incapaces de llevar a cabo, con lo cual seguramente de antemano se ha ganado un lugar en la historia - así como lo tendrá Vicente Fox, por el solo hecho de haber derrotado civilmente a un partido hegemónico con más de setenta años en el poder- pero el hoy está ya enturbiado. La presunta barbarie de miembros del ejército en Tlatlaya, Estado de México, donde existen indicios de que soldados literalmente fusilaron a 22 sujetos en una bodega; y por supuesto el caso presente de los más de 40 jóvenes normalistas desaparecidos y que todo indica desafortunadamente fueron ultimados en Iguala, Guerrero; y hasta el propio paro del Instituto Politécnico Nacional, son asuntos que sin duda hacen que la calificación del actual gobierno federal, sea otra, distinta a la que se tenía apenas hace algunos meses.
El pobre desempeño de la economía, es quizá la materia pendiente desde el inicio de este gobierno y que simplemente ha sido incapaz de promover el crecimiento. La Reforma Fiscal es obviamente uno de los motivos por los que por supuesto la inversión se ha detenido.
La inseguridad si bien es cierto no es en apariencia tan violenta como lo fue durante el gobierno de Felipe Calderón, los índices no han disminuido en general, por el contrario. Claro que las detenciones como las de Joaquín Guzmán Loera, alias "El Chapo" o la recientísima de Vicente Carrillo, "El Viceroy", son hechos que le dan su respectivo crédito a la actual gestión.
Y si ese es el complejo ambiente nacional que rodea al presidente, las cosas en lo local no están, por mucho, en un lecho de rosas. El día de hoy Peña Nieto encontrará una región sumida en el rezago económico. Las cifras del consumo son irrebatibles, y la contracción no es obra de la casualidad. La crisis de violencia que arrancó en 2007 y apenas se controló medianamente, no obstante brotes terribles como los de semanas atrás, que parecen haber sido controlados, son parte fundamental del retroceso, además de la crisis mundial de 2009; pero el elemento que más lastima a los laguneros es el descuido y desprecio que por años hemos recibido de los gobiernos estatales. El abandono y el trato desigual es hoy el factor resultante en que La Laguna esté contraída. Y sumarle la poca o nula empatía de los gobernadores Moreira y Herrera, simplemente pareciera que no queda más que conformarse con la involución inevitable de la Comarca Lagunera.
Ayer y hoy aparecieron dos desplegados dirigidos al señor presidente. El primero de ELLA (Estado Libre de La Laguna) que le da la bienvenida al dignatario, pero le pide que por favor se apiade de la situación por la que atravesamos; y el que se publica hoy de Participación Ciudadana, que aprovecha tan importante visita para cuestionar el tema no aclarado de la deuda y del destino de los miles de millones de pesos con los que los coahuilenses fueron hipotecados; así como temas más concretos como la concesión del alumbrado público de Torreón; y el convenio para que el Estado cobre el impuesto predial.
Estos elementos por supuesto que son indicios claros de que La Laguna está en una situación más que apremiante, y que por fortuna al menos cada vez más las quejas se ventilan, que de algo servirá; pero más allá de ello, la esperanza de que la presencia de Enrique Peña Nieto en la región por pocas horas, sirva de algo para que cambien las cosas. Con optimismo, aunque sea por instantes, debe traer el presidente a tan vapuleada Comarca Lagunera.