Las agencias federales estadounidenses dependientes del Departamento de Justicia deberán grabar sus interrogatorios a personas detenidas bajo sospechosa de delito, según una directriz ordenada hoy por el procurador general Eric Holder.
La nueva política, dispuesta tras un proceso de revisión llevado a cabo por el Departamento de Justicia, permitirá tener un recuento objetivo sobre investigaciones importantes y de las personas bajo custodia de las autoridades federales, dijo Holder.
La medida entrará en vigor el 1 de julio próximo y se aplicará a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), la Agencia de Control de Drogas (DEA), la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y el Servicio de Alguaciles.
“Nos permitirá documentar que a una persona se le respetan los derechos que les confiere la constitución, y dará a los agentes un respaldo de que cuentan con un récord claro de declaraciones y confesiones de los individuos detenidos”, indicó el procurador.
Agregó que la medida permitirá reducir cualquier indicio de incertidumbre, “aún en los casos más sensitivos, previniendo disputas innecesarias y mejorando nuestra habilidad de asegurar que se haga justicia”.
La nueva directriz establece que cuando videograbar el testimonio o declaración del sospechoso no sea posible, se utilizará una grabación de voz.
La única excepción a está regla será en aquellos casos en que la persona detenida solicite que su testimonio o confesión no sea grabada, o cuando ello no sea posible.