Ese es el lema que para mí mejor describe el espíritu lagunero.
Llevamos décadas hundidos en la más desesperante apatía, La Laguna reclama que sus hijos despierten, se arremanguen la camisa y se pongan a trabajar por su futuro.
Nunca falta la desinhibida ambición de los laguneros cuando hacen una propuesta.
¿Por qué no empezamos a diseñar proyectos arquitectónicos que permitan a La Laguna y sus ciudades ser ejemplo mundial?
¿Ya están desarrollando un sistema legal de vanguardia que de manera simple y justa coordine la vida en el nuevo Estado de La Laguna?
¿Han pensado en establecer un sistema de salud a la altura de los mejores del mundo?
¿Ya proyectaron las autopistas que deberán unir a los veinte municipios de La Laguna de manera que la distribución de la población alcance todos los rincones?
¿Ya pensaron en desarrollar un sistema de transporte colectivo entre los veinte municipios?
¿Ya hay un plan integral que proyecte a La Laguna como un sitio privilegiado para vivir debido a la sustentabilidad y respeto por el medio ambiente?
El sistema educativo de La Laguna debe estar a la altura de los mejores del mundo, la plataforma de la que partimos no es despreciable.
La cultura, ¿han pensado que tiene un fuerte arraigo popular? ¿la cultura de élite, está en sus planes? ¿Qué con los bosques urbanos? Son indispensables para que una ciudad subsista, para que toda la población tenga sitios de esparcimiento.
El modelo de Curitiba en Brasil del Arq. Lerner, luego Colombia con Fajardo, ¿lo van a tomar en cuenta?
No hay lagunero que no traiga bajo el brazo una idea que rompe los moldes del horizonte, que no se sujeta a los acartonados dictámenes de la burocracia mental. El lagunero es libre y su mente vuela alto, el problema es que no se ha puesto a trabajar.
En ELLA, decidimos acotar nuestras ambiciones y realizar un trabajo claro y contundente. Superamos la etapa de las conspiraciones de café, trascendimos los buenos deseos y fuimos más allá de las sumamente valiosas ideas geniales. En ELLA nos pusimos a trabajar en algo que sí podíamos lograr ya, dejar por escrito en un documento incuestionable la voluntad manifiesta de los laguneros que quieren se constituya el Estado de La Laguna.
350,000 firmas perfectamente distribuidas entre la población de los 20 municipios de La Laguna, lo que representa hasta ahora el 44 % de los ciudadanos, da una legitimidad memorable, una incuestionable validez al mandato de los laguneros. Se vislumbra trabajar en otros niveles, en otras acciones que garanticen que la voz inapelable de los ciudadanos sea escuchada. La sociedad decidirá qué va a hacer, ELLA ayudó a legitimar el viejo anhelo de los laguneros.
La Laguna tiene que existir como Estado Libre y Soberano, los laguneros nos vamos a encargar de ello, México no puede seguir desperdiciando a su mejor zona productiva.