Octavio García ‘El Payo’ realizó algunas series entrecortadas de pases por ambos costados. (Fotografías de Jesús Galindo López)
Una velada triunfal vivieron el rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza y Octavio García 'El Payo' en el ruedo del Coliseo Centenario de Torreón, al cortar cuatro y dos orejas, respectivamente, durante la corrida efectuada anoche ante una buena entrada de público, el cual disfrutó del arte de estos diestros, quienes compartieron créditos con Alejandro Amaya.
Los triunfadores salieron a hombros del ruedo coliseíno disfrutando del reconocimiento del público lagunero, que supo premiar y reconocer su entrega y talento en el ruedo, donde debieron recurrir a toda su experiencia para sacar provecho a los toros de Bernaldo de Quiroz y Pozo Hondo, respectivamente.
El navarro Pablo Hermoso de Mendoza, ataviado en vino y azabache, cortó una oreja a 'Gatón', ejemplar de Bernaldo de Quiroz con 470 kilos de peso, al cual recibió con un par de rejones de castigo antes de realizar su primer cambio de caballo, para continuar con un par de banderillas, donde mostró la grandeza de su cabalgadura, que además de hacerse seguir por el toro, dio muestras de su habilidad para salir siempre ileso en cada uno de sus encuentros frente al astado, realizando además varios giros frente a la cara del toro.
Al ritmo de 'La Filomena', el rejoneador y su cabalgadura se meten en los terrenos del toro, para poner un par de banderillas, siempre al filo del peligro por los riesgosos recorridos del caballo frente al empitonado.
Montando en su último caballo de la faena, el ibérico puso un par de banderillas cortas y cerró con la suerte del 'teléfono', provocando el delirio entre el público, para enseguida tirarse a matar, logrando una estocada algo atrasada, pero con gran efectividad, siendo premiado con una oreja por el juez de plaza y recibiendo una segunda a petición del público.
En su segundo toro, Hermoso de Mendoza lidió a 'Perico', un toro con 510 kilos de peso y una excelente presencia, al que recibió con un rejón de castigo mientras recorría el ruedo en su montura.
Cobijado en las notas de 'La Filomena', en su segunda montura el navarro logró colocar dos banderillas, ejecutando varios giros de frente a la cara del toro y realizando una vez más el 'teléfono', para llevarse las palmas de todos los asistentes, para seguir con un par de banderillas cortas y dos pares más de banderillas a manos libres, rematando una vez más con el 'teléfono'.
En su intento de matar, quedó corto en su primer intento, pero hundiendo por completo el rejón en su segunda oportunidad. El juez le concedió una oreja y regaló la segunda a petición del público. Por su casta y bravura, el astado mereció arrastre lento.
'EL PAYO' SE LLEVÓ DOS OREJAS
A Octavio García 'El Payo', quien lució un terno en marino y oro, le tocó recibir en la primera ronda a 'Cardenche', ejemplar de Pozo Hondo con 480 kilos al que luego de darle algunos capotazos lo llevó a los picadores, dando paso posteriormente a la suerte de banderillas a cargo de los subalternos, quienes colocaron tres pares en el lomo del toro.
Muleta en mano realizó algunas series entrecortadas de pases por ambos costados, debido a la falta de bravura del empitonado, que no mostró interés por ir tras la muleta. Ante la falta de lucidez en la faena y tras considerar que poco había que hacer con el ejemplar, decidió tirarse a matar. En su primer intento se topó con hueso, pero en la segunda oportunidad hundió el hierro lo suficiente para terminar con el ejemplar de 'Pozo Hondo', aunque se fue con las manos vacías.
En su segundo toro, correspondiente al sexto turno de la noche, 'El Payo' lidió a 'Centenario', ejemplar de Pozo Hondo con 465 kilos de peso, al que realizó varios quites capote en mano, donde puso a prueba el empuje del empitonado para llevarlo al picador, realizando los subalternos una deslucida suerte de banderillas.
Poco a poco el torero logró entenderse con el toro para ligar varias series de derechazos de excelente manufactura, al lograr pases de largo recorrido en los que envolvió al astado, para rematar con pases cruzados y desplantes, luciendo en plan grande ante un público cada vez más metido en su faena, que le premió su esfuerzo y arte con sonoras ovaciones desde lo alto de los tendidos.
Con una certera estocada despachó al burel para ser premiado con una oreja por la autoridad, pero el público exigió una segunda oreja, la cual le fue finalmente concedida por el juez de plaza José Luis Orozco.
ALEJANDRO AMAYA, SIN SUERTE
A Alejandro Amaya, ataviado con un terno en verde botella con remates en blanco y morilla, le tocó abrir el festejo, lidiando a 'Manzanero', ejemplar de Pozo Hondo con 492 kilos de peso, al cual le hace una faena relativamente corta, poco lucidora y sin lograr conectarse con los tendidos, dando apenas algunos esbozos de su calidad taurina, pero sin arriesgarse de más para ir por el toro, optando por terminar anticipadamente su faena con una excelente estocada, pero sin los méritos suficientes para aspirar a la oreja.
En su segundo toro de la noche, Amaya recibió a 'Polvorón', un bello ejemplar de Pozo Hondo con 470 kilos de peso, al cual luego de varios capotazos cedió al picador para el castigo con la vara.
Tras pasar algunos apuros los subalternos en la suerte de banderillas, Amaya tomó la muleta y realizó una serie de largos y sentidos derechazos, que prendieron el ánimo en los tendidos del Coliseo Centenario, para luego intentar sin fortuna llevar al toro por su costado izquierdo, optando por volver a su costado derecho, donde el astado le respondió en todo momento.
Con el acero pinchó en su primer intento, pero en su segunda oportunidad hundió la espada hasta la empuñadura, aunque un tanto caída, debiendo recurrir al descabello, para terminar con el toro en su segundo intento, logrando apenas la salida al tercio.