Las autoridades sirias y los rebeldes han acordado un alto el fuego en el casco antiguo de la ciudad de Homs, en el centro del país, que podría ser un primer paso para poner fin al asedio del ejército, que dura ya más de veinte meses.
El gobernador de la provincia Talal al Barazi explicó que el alto el fuego entró en vigor el pasado mediodía y durará sólo 24 horas.
"Si se respeta, se estudiará la posibilidad de lograr otro acuerdo para acabar con las hostilidades de forma definitiva", dijo el responsable político. Este segundo pacto constaría de dos puntos, según el gobernador, que serían la entrega de armas por parte de los insurgentes y su retirada posterior al norte de la localidad.
"El objetivo final es pacificar Homs", subrayó Al Barazi, quien agregó que desde las 12:00 hora local de ayer (09:00 GMT) no se han registrado choques.
Por su parte, una fuente rebelde cercana a las negociaciones apuntó que, tras un primer encuentro entre representantes de los insurgentes del casco antiguo y las autoridades, las conversaciones siguen en marcha y que ellos están a la espera de resultados.
"Vamos a ver si el alto el fuego es sólido y si se cumple por parte del régimen, ya que tiene un mal historial en este asunto", destacó la fuente, que indicó que la negociación es para la salida de los opositores del casco viejo de la ciudad a otro destino que "está por fijar".
En la zona hay aproximadamente entre mil 500 y dos mil combatientes de la oposición. En caso de que al final se efectuara el repliegue de los insurgentes de la parte antigua, tan sólo quedaría en la ciudad un barrio en manos de los rebeldes, el de Uaer, situado en el noroeste.
El casco viejo lleva asediado por las fuerzas armadas más de veinte meses, lo que ha causado un grave deterioro de la situación humanitaria en su interior.
En febrero pasado, ambos bandos pactaron una tregua humanitaria, con la mediación de la ONU, para permitir la evacuación de unos mil 400 civiles -mujeres, niños y ancianos- del área.
duró el pacto entre el gobierno y rebeldes.