Los familiares de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y los alumnos de esta normal rural en Guerrero comienzan a hacer vínculos con las organizaciones que en otros estados buscan a sus desaparecidos y la tarde de este martes, durante un foro público en el auditorio Salvador Allende de la Universidad de Guadalajara, se encontraron con integrantes de Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (Fundej).
Ahí, Felipe de la Cruz, padre de uno de los sobrevivientes al ataque del 26 de septiembre, pidió a las personas que abarrotaron el recinto universitario que el próximo 20 de noviembre, durante la movilización nacional, también muestren su indignación y exijan la aparición de los 43 normalistas, pero no sólo eso, sino la aparición de todos los desaparecidos del país.
En el encuentro, Guadalupe Aguilar, de Fundej, y quien busca a su hijo desaparecido desde hace tres años y 10 meses, se solidarizó con los padres de los normalistas de Ayotzinapa y señaló la necesidad de organizarse para buscar ellos mismos a sus hijos.
"Las madres no parimos un hijo para que unos estúpidos se los lleven; durante tres años y 10 meses he andado un camino sinuoso porque a las autoridades no les importa y tenemos que ser nosotros los que busquemos a nuestros hijos. A los jóvenes, les digo que si ustedes estuvieran desaparecidos, con toda certeza su madre los estaría buscando", señaló.
Los padres de los desaparecidos indicaron que de nada serviría la renuncia de Enrique Peña Nieto de la presidencia, pues lo que está mal es el sistema y es eso lo que se tiene que cambiar.
"En Guerrero ya se fue un gobernador y si Peña Nieto y todo su gabinete se tienen que ir, que se vayan, pero lo que tenemos que cambiar es el sistema y es para eso que nos tenemos que organizar", dijo De la Cruz.
En tanto, Daniel Mendoza Ortega, uno de los normalistas sobrevivientes, insistió en que siguen buscando vivos a sus compañeros y que no creen en las explicaciones que de la Procuraduría General de la República ha dado sobre el caso, pues hay muchas inconsistencias en la versión de que fueron quemados en un basurero.
Los integrantes de la caravana Julio César Mondragón Fortes -que tomó este nombre en honor a uno de los normalista que fue asesinado el 26 de septiembre- recordaron que el objetivo de las tres caravanas que salieron el 12 de noviembre de Ayotzinapa es despertar conciencias, provocar la organización y hacer sentir a todos un poquito del dolor de los padres de los desaparecidos.
Dialogaron por más dos horas con estudiantes, trabajadores, familiares de otros desaparecidos, familiares de ex guerrilleros y después partieron en una caminata hacia la Plaza de Armas, en el primer cuadro de la ciudad.
Antes de partir y seguir con su camino hacia Michoacán, donde tendrán otro encuentro antes de llegar a la Ciudad de México, uno de los normalistas recordó: "No nos importa dar la vida, pero la única condición es que nuestros 43 compañeros aparezcan vivos".
