Preocupado. El líder de la Iglesia Católica no ha dejado de indagar sobre los avances de las investigaciones.
El papa Francisco expresó ayer su cercanía a todos los mexicanos por los "momentos dolorosos" que están viviendo tras la desaparición, y el probable asesinato, de los 43 estudiantes de la escuela Normal de Ayotzinapa.
Como ya lo había hecho semanas atrás, el jerarca de la iglesia católica hizo mención del delicado momento que vive México, por el que pidió a sus feligreces rezos y apoyo.
Francisco hizo un paréntesis en sus saludos a los fieles de lengua española durante la tradicional audiencia de los miércoles en la Plaza de San Pedro para mencionar el caso de los estudiantes mexicanos y mostrar su cercanía a las familias y a todo el país.
La ocasión sirvió al papa para lanzar una denuncia de la "dramática realidad" y "la criminalidad" que existe tras el tráfico de drogas.
El pasado 29 de octubre durante la audiencia general, Francisco había ya pedido oraciones por el dolor del pueblo mexicano, "que sufre por la desaparición de sus estudiantes, de su juventud, de todos esos muchachos".
Los 43 jóvenes desaparecieron el 26 de septiembre en Iguala y presuntamente fueron asesinados por miembros del cártel Guerreros Unidos.