La disponibilidad de agua en la Comarca Lagunera depende de las lluvias que ocurren en las cuencas de los ríos Nazas y Aguanaval, así como de las reservas en los acuíferos regionales. Por un lado, la precipitación pluvial está sujeta a la actividad ciclónica principalmente en el océano Pacífico durante el período de julio a octubre de cada año, por lo que los escurrimientos que se captan en las presas son variables e impredecibles. Por otro lado, los acuíferos reciben la recarga proveniente de los flujos subterráneos en forma indirecta y diferida de las lluvias, que a diferencia de los ríos, constituyen almacenamientos más estables al estar menos supeditados a los cambios meteorológicos.
El Distrito de Riego 017 está limitado a los volúmenes almacenados en las presas, mientras que en el valle los centros de población, industrias y agricultura dependen de las reservas de aguas subterráneas del acuífero Principal. Es importante mencionar que si bien las lluvias que se presentan en el valle son benéficas, la cantidad de agua que se capta en esta zona es mucho menor que la aportada en la cuenca alta del río Nazas.
Debido a su ubicación geográfica, la precipitación pluvial en la cuenca alta del río Nazas varía mucho año con año, con aportaciones anuales promedio de escurrimientos a las presas de 1, 200 millones de metros cúbicos (Mm3) y esporádicamente se presentan valores extremos de más de 2, 000 Mm3 y de menos de 300 Mm3. Las extracciones anuales de las presas también varían, siendo frecuentemente los volúmenes destinados a los ciclos agrícolas del Distrito de Riego 017 de entre 800 Mm3 y 900 Mm3.
Antiguamente la recarga del acuífero Principal incluía las infiltraciones en los cauces de los ríos Nazas y Aguanaval al transitar a lo largo del valle, sobre todo en ciertos tramos de alta permeabilidad. Hoy día los escurrimientos principales que llegan al valle por el río Nazas transitan por canales revestidos y ya no tienen la oportunidad de infiltrarse, lo que ha disminuido la recarga del acuífero de manera importante.
Estamos pasando por una temporada de lluvias abundantes en los dos últimos años, tanto en las cuencas altas como en el valle de la Comarca Lagunera. Estas aportaciones necesitamos cuidarlas y debemos prever las épocas de sequía conservado reservas de agua en las presas y en el acuífero Principal, para lo que se necesita modernizar y tecnificar los sistemas de riego agrícolas para disminuir el consumo de agua y por otro lado recuperar la antigua recarga del río Nazas al acuífero para contar con una reserva estable para los sistemas de abastecimiento en el área conurbada.
Es de destacar que en 2008 y 2010 se tuvieron escurrimientos extraordinarios en la cuenca del río Nazas, lo que permitió contar con las presas llenas en esos años y a su vez establecer importantes ciclos agrícolas, con volúmenes superiores a los normales desde 2008 hasta 2012, a pesar de que las lluvias y aportaciones a las presas fueron mínimas debido a la fuerte sequía que se presentó en 2011.
Si bien en el 2012 continuó la sequía, aunque menos severa, en ese año el ciclo de riego fue superior a lo normal, gracias al almacenaje que se tenía en las presas en 2011. En el 2013 se redujo el almacenamiento en las presas, lo que restringió los cultivos en la región durante ese ciclo agrícola.
En el 2014 se han tenido aportaciones importantes en las presas, contando actualmente El Palmito con un 65% de su capacidad de almacenamiento, equivalente a un volumen de 1, 890 Mm3, mayor al obtenido en la misma fecha en 2013, y Las Tórtolas con un 51% que corresponde a 158 Mm3, lo cual es muy favorable para el próximo ciclo agrícola en 2015.