Reunión parlamentaria. El gobierno iraquí busca poner fin a la violencia por la vía democrática. (EFE)
El vicepresidente de Irak exhortó al Parlamento a reunirse el martes, en el primer paso hacia la formación de un nuevo gobierno para presentar un frente unido ante el amenazante avance de insurgentes suníes. Simultáneamente, el canciller británico inició una visita oficial al país para instar a los líderes iraquíes a dejar de lado sus diferencias en aras de la unidad nacional.
El bloque político del primer ministro Nuri al-Maliki ganó la mayoría de las bancas en las elecciones del 30 de abril -92 de las 328- pero necesita apoyo de otros bloques para gobernar con una mayoría. Sus esfuerzos por formar una coalición se han visto complicados por la crisis actual en momentos en que los críticos atribuyen la indignación de los suníes a su fracaso en promover la reconciliación nacional.
La declaración de Khudeir al-Khuzaie ordenó al nuevo Parlamento a efectuar su primera sesión el martes y a ser presidido por el miembro de mayor edad.
Constitucionalmente el próximo paso sería elegir un presidente del Parlamento y dos vicepresidentes, y dentro de los 30 días elegir nuevo presidente. Éste, a su vez, tiene 15 días para solicitar al bloque más numeroso que elija un primer ministro y nombre nuevo gobierno. El primer ministro designado tiene 30 días para presentar su gabinete al Parlamento.
HUYEN DEL PELIGRO
Cientos de personas huyendo de los avances de milicianos suníes abarrotaban ayer jueves por la mañana un punto de control en el límite del territorio bajo control kurdo del país, intentando sumarse a los muchos desplazados que ya han buscado refugio en la seguridad relativa de esta región, que cuenta con una cierta autonomía de Bagdad.
Muchos de los refugiados eran turcomanes chiíes de las localidades en torno a Mosul, la segunda mayor ciudad de Irak. Mosul cayó este mes en manos de combatientes liderados por Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), un grupo extremista suní que ha capturado amplias zonas de Irak y quiere labrar un enclave islamista a ambos lados de la frontera entre Siria e Irak.
Además, el miércoles, una nueva ofensiva de artillería insurgente contra pueblos cristianos en el norte del país hizo huir de sus casas a miles de cristianos, que buscaron refugio en el enclave kurdo. El bombardeo sobre un núcleo de localidades se produjo en la zona conocida como Hamdaniya, a unas 45 millas (75 kilómetros) de la frontera con la región kurda.