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Participación Ciudadana y Política

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LUIS F. SALAZAR WOOLFOLK

El día de mañana a las siete de la tarde, Gilberto Lozano, activista de la red cívica Congreso Nacional Ciudadano, dictará una conferencia en la ciudad de Torreón, en el auditorio Elías Murra Marcos, de Plaza Cuatro Caminos.

La propuesta es similar a otras que en diferentes partes del mundo, buscan una alternativa de participación ciudadana para enfrentar lo que se ha dado en llamar la crisis de la democracia y en el caso, el conferencista parte de una crítica radical al sistema político mexicano al que califica de "partidocracia".

Lozano realiza una diagnóstico devastador que como tal encuentra una gran aceptación entre el ciudadano común, que tiene una mala opinión de nuestra clase política. La condena de Lozano no distingue matices y descalifica a todo aquel que incursione en el gobierno o en cualquier partido político.

El activista tiene razón sólo en parte, porque es sano que las asociaciones ciudadanas asuman frente a los partidos una postura exigente y crítica sin embargo, la visión negativa generalizada que Lozano propaga de la política de partidos provoca tal asco, que invita al alejamiento definitivo del ciudadano común de la vida pública, y contribuye a lo que el filósofo regiomontano Agustín Basave Fernández del Valle, considera la raíz de nuestros males como sociedad: La deserción cívica colectiva.

Gilberto Lozano asegura que los partidos "parten" al país, pero no sugiere otro sistema para la construcción de un gobierno de unidad, en el marco de una sociedad abierta y plural. La única variable que ofrece Lozano, es la de las candidaturas ciudadanas independientes, que ya fueron incorporadas a la Constitución a nivel nacional y han sido reproducidas en algunos Estados.

No se ha concretado el "cómo" van a operar las candidaturas independientes en nuestro país, pero es previsible que las normas que las regulen, por razones de equidad en la competencia determinarán los mismos privilegios (recursos públicos) y requisitos (afiliación y estructura), que operan en el funcionamiento de los partidos. Por otra parte si de conquistar el poder se trata, el sistema de partidos y las candidaturas ciudadanas tienen la misma legitimidad y el mismo riesgo de caer en la corrupción, considerando que ambas vías emanan de la misma estructura constitucional y los protagonistas de carne y hueso son producto de la misma sociedad que ha generado el sistema que Lozano repudia.

La postura de Lozano corresponde a una dialéctica que a nivel mundial plantea una lucha destructiva entre la participación ciudadana y la política. La realidad es que el hombre animal político de Aristóteles, como ciudadano tiene derecho de votar y ser votado en la construcción del poder del Estado y además tiene derecho de expresarse y asociarse para influir en los asuntos públicos, en tanto que el político es ese mismo ciudadano que ejerce tales derechos a plenitud. La condición de ciudadano y político son en esencia lo mismo y el contraponer ambas funciones de manera radical, implica una ruptura ontológica y un conflicto irresoluble al interior de la sociedad.

Este debate encuentra una síntesis inteligente, en la visión que ofrece Felipe González en su reciente libro: "En Busca de Respuestas". El Ex Presidente del Gobierno Español con toda la autoridad que le da su trayectoria, asegura que una participación ciudadana de calidad dignifica a la vida pública y genera Política con mayúscula, entendiéndose como tal, la política orientada al bienestar de individuo y sociedad.

Felipe González se opone a que la participación ciudadana sea considerada enemiga de la política y al contrario, reconoce una vinculación esencial entre ambas y propone: "Si no nos gustan los políticos, quitémoslos y pongámonos en lugar de ellos; si no nos gustan los dirigentes de los partidos cambiémoslos y si no nos gustan los partidos que existen, hagamos otros".

Como medicina para curar el asco que provoca la política, Felipe González cita al historiador inglés Arnold Toynbee: "El mayor castigo para quienes no se interesan por la política, es que serán gobernados por quienes sí se interesan".

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