La celebración del tercer aniversario de la asociación cívica Participación Ciudadana 29 (PC 29), es un motivo de orgullo para sus integrantes, y un soplo de esperanza en el futuro de la Comarca Lagunera de Coahuila.
El nombre de la agrupación indica que su objetivo es la promoción de la participación ciudadana en los asuntos de la vida pública regional, para la construcción de una sociedad democrática que ejerza su derecho a la transparencia y a la rendición de cuentas del gobierno, en sus tres niveles.
El 29 de septiembre de 2011 nace PC 29, en virtud del acuerdo de voluntades de un puñado de hombres y mujeres libres, que ante el escándalo de la megadeuda de Coahuila contraída por el gobierno de Moreira Humberto, deciden denunciar, exigir la investigación de los hechos, la recuperación del dinero robado, y el castigo a los responsables.
La deuda por treinta y seis mil millones de pesos, aprobada por el Congreso de Coahuila en los días del nacimiento de PC 29, es cuatro veces superior por número de habitantes a la deuda promedio del resto de los Estados de la República y como consecuencia, es la mayor del país.
La deuda implica una pesada carga para los coahuilenses por los próximos veinte o treinta años y para colmo, fue contraída en buena parte mediante la falsificación de decretos de la Legislatura local, lo que hace del caso un crimen de estado sin precedentes.
Los delitos permanecen impunes pese a los reclamos de ciudadanos comprometidos como ocurre con PC 29 y en contraste, investigaciones realizadas por las autoridades de Texas en los Estados Unidos, han arrojado resultados que comprueban el existencia de esos ilícitos que traspasaron nuestras fronteras, mientras el actual gobernador Moreira Rubén se empeña con terco cinismo en negar los hechos, haciendo de cómplice y tapadera de la gestión de su hermano.
El año pasado PC 29 encabezó la lucha por la depuración de las finanzas del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento de Torreón, exigiendo una auditoría. Durante su campaña Miguel Riquelme prometió investigar y fincar responsabilidades, pero ya como alcalde se quitó la máscara y rechazó la auditoría, lanzando calumnias en contra de los integrantes de PC 29 y desafiando al pueblo gritando: ¡Basta de exigencias a la autoridad!
Este año, dos han sido las banderas tremoladas por PC 29. La lucha por la transparencia en el caso de la concesión del servicio de alumbrado público otorgada en virtud de un proceso amañado que aún se litiga en los Tribunales Federales, y el tema del convenio mediante el cual, el Municipio de Torreón entrega al gobierno de Moreira el cobro del impuesto predial, lo que pone a nuestra ciudad al nivel de municipios pequeños como Sierra Mojada, Candela, Jiménez y Castaños, cuya incapacidad para ejercer sus funciones básicas, se explica en virtud de su escasa población.
En un principio Riquelme negó el convenio. Después aceptó su existencia, pero aseguró que no se pondría en práctica hasta que el Municipio lo solicitara y en los últimos días, se ha dado a conocer que el convenio existe y opera, lo que se presenta como una maravilla que dará acceso a nuestra ciudad a una bolsa de diez millones de pesos, a repartir entre al menos seis municipios más. La pretendida justificación es tan ridícula, que mueve a sospechar que Moreira necesita del Predial de Torreón para darlo en garantía adicional a los bancos acreedores, y sostener con alfileres el andamiaje de la megadeuda.
El hecho de que las autoridades de nuestra Ciudad y Estado, hayan hecho prevalecer hasta el momento la opacidad y el despotismo frente a la exigencia legítima de transparencia y rendición de cuentas de PC 29, y de otros actores de nuestra vida pública, hace considerar a los incrédulos que el esfuerzo ha resultado inútil y el empeño fallido. La lucha cívica es brega difícil, constante y permanente; obliga a velar armas en la noche de la incomprensión pero siempre, por prolongada que parezca la obscuridad, existe la esperanza del amanecer.
La Esperanza es el mejor de los frutos que por hoy ofrece PC 29. La esperanza como virtud sembrada en los corazones y en las familias de los involucrados, que opera al servicio del desarrollo humano integral de la sociedad en su conjunto, en la libertad y en la justicia. En efecto, los militantes de la agrupación son padres y madres de familia, que saben que el mejor legado para sus hijos es el ejemplo, para mantener encendida la luz que disipe las tinieblas de la opacidad, así como para hacer que llegue el nuevo día.