En la opinión de Roberto Delgado Gallegos, consultor en Mercados Agrícolas, mientras que la producción de alimentos deberá de duplicarse en el año 2050, la mayoría de los estudios advierte una disminución de rendimientos de los cultivos a partir de 2030, debido a los impactos severos e irreversibles de los eventos climáticos cada vez más extremos.
Dentro de este contexto, el experto abundó que cada vez son mayores las coincidencias de los grupos de expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de los centros de investigación en cuanto al impacto abrumador sobre los ecosistemas y sobre el futuro de los seres humanos, debido a los efectos del cambio climático.
A medida que pasa el tiempo, explicó, los costos económicos y sociales de este fenómeno son más elevados, como resultado de los eventos climáticos extremos que afectan la producción de alimentos como sequías, huracanes, lluvias torrenciales, entre otros fenómenos atmosféricos.
Con respecto al impacto del cambio climático sobre la población, el informe más reciente de la ONU ha alertado que la seguridad alimentaria es un aspecto de especial preocupación, debido a sequías más intensas, inundaciones y olas de calor. Las previsiones contemplan pérdidas de hasta el 25 por ciento en las cosechas de maíz, arroz y trigo en el período que se extiende hasta 2050, advirtió Delgado Gallegos.
Sin embargo, en forma lamentable, precisó, además, múltiples especies de peces, fuente de alimentos para una importante parte de la población, se desplazarán a causa del calentamiento de las aguas, lo que podría provocar una disminución en la pesca en los trópicos y la Antártida de hasta el 50 por ciento en dicho periodo de tiempo.
El documento de referencia, dijo, resalta que se producirá un aumento de la tasa de mortalidad a causa del calor, y advierte del incremento de las migraciones vinculadas a las condiciones climáticas, lo que podría derivar en conflictos y amenazas contra la seguridad nacional.
