EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Perdido en el mar

GILBERTO SERNA

La nota deja muchas dudas: un náufrago sobrevive a la deriva en el océano Pacífico sin comida ni agua durante 16 meses. Es un misterio cómo hizo para lograrlo. No hay explicación racional para creer que José Salvador Albarengo lo haya logrado. Duró 401 días en una lancha de 7, 3 metros de eslora. Salió junto con un compañero a la pesca del tiburón el 24 diciembre de 2012 de Tapachula. Fue rescatado en las islas Marshal, a donde llegó 401 días después de haber recorrido una distancia aproximada de 12,500 Kilómetros. Se le vio desembarcar con los pies calzados con huaraches dando pasos auxiliado por un hombre que lo ayudó en la pasarela de un barco.

Surgieron muchas dudas tras su desembarco pues a su llegada no parecía a simple vista que hubiera estado expuesto a los rayos del sol. Una barba hirsuta la cabellera crecida fue lo poco que mostró. La piel no ampollada y ahora se dice que las piernas hinchadas fueron el resultado de 16 meses a la deriva comiendo peces, tortugas y aves capturadas con las manos. Por cierto, la carne cruda contiene vitamina C, si no lo cree pregúntele a los esquimales. No aparece que se le haya sometido a un examen médico, que el suscrito sepa, para constatar su estado de salud. No se da la versión de cómo y de qué falleció el compañero. Datos que requieren las autoridades para hacer una evaluación y a los familiares los ayudaría a su resignación.

Teniendo una imaginación desbocada lo único que se me ocurre es que, ante la falta de información fidedigna ambos náufragos tuvieron una experiencia paranormal. Fueron abducidos por extraterrestres privándolos de su libertad, reteniendo a uno de ellos como lo diría el autor de un mundo nos vigila, don Pedro Ferriz Santacruz, si viviera, y ante su ausencia, aún podemos acudir a Jaime Maussan de tercer milenio y tantos otros que tienen la creencia de que recibimos la visita periódica de alienígenas provenientes de algún lugar de nuestro inmenso Universo. A propósito, hace unos días la NASA dio a conocer cómo se ve nuestro planeta desde 160 millones de kilómetros de distancia precisamente por las cámara que lleva montada el rover Curiosity. Se advierte visto desde allá con un brillo mayor que cualquier otra de las estrellas que adornan el firmamento nocturno marciano.

La prensa de su país dice que el hombre corpulento llegó sonriente saludando con la mano en alto, se veía bien aunque se esperaba se mostrase raquítico y débil. Eso despertó la incredulidad de los que lo veían corpulento y rozagante. Se le cortó el cabello y la barba y ahora que asomó su rostro se muestra sombrío y taciturno. Ni sombra del que arribó días antes. No se ha aclarado qué le pasó al joven que le hacía compañía y la gente abunda en rumores poniendo en duda que las cosas hayan sucedido como las narró en un principio. Se muestra con el ceño fruncido y las mandíbulas apretadas. Se espera que en los días que corren aclare la situación y diga cómo fue a parar al atolón donde fue hallado. Hagamos votos por que así sea.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 961655

elsiglo.mx