Noam Chomsky, lingüista y filósofo estadounidense, estudió en la Universidad de Pensilvania donde se doctoró en 1955 con una tesis sobre el análisis transformacional elaborado a partir de las teorías de Z. Harris de quien fue discípulo. Es autor de una aportación fundamental a la lingüística moderna con la formulación teórica y el desarrollo del concepto de Gramática Transformacional o Generativa, cuya principal novedad radica en la distinción de dos niveles diferentes en el análisis de las oraciones, por un lado la estructura profunda y la estructura superficial de la frase, a partir de sus enormes aportaciones se han realizado una diversidad de estudios en todo el mundo que han transformado a la lingüística moderna.
Chomsky ha intervenido en el terreno político con sus críticas severas al sistema político y económico de los Estados Unidos desde la Guerra de Vietnam hasta sus recientes incursiones en los conflictos internacionales, sus disertaciones políticas han contenido análisis profundos sobre gobiernos y estados latinoamericanos, dejando un impacto perdurable en el imaginario colectivo de estudiantes y académicos.
En el contexto de la Feria Internacional del Libro celebrada en la Ciudad de México, Chomsky fue entrevistado vía videoconferencia por los escritores mexicanos Paco Ignacio Taibo y Fabrizio Mejía respondiendo a temas cruciales en el corazón del debate que generan su aportación filosófica y el excepcional espacio de la auspiciosa Feria del Libro.
Los problemas cruciales que debemos atacar en este momento -señaló Chomsky- son la amenaza de una guerra nuclear y el desastre ecológico, la guerra con drones que realiza Estados Unidos con el Estado Islámico es más que una amenaza, es muy difícil poder describir cuál sería un estado de utopía en un mundo donde la misma existencia ya no únicamente de los seres humanos sino del planeta mismo, está en tanto riesgo como el que nos encontramos.
Los problemas cruciales en este momento que se deben atacar, el primero es una amenaza de guerra nuclear, los bombardeos con drones, son sin duda el acto más terrorista que se ha llevado a cabo en la historia de la humanidad; y el segundo que pone en peligro la existencia de la especie humana es el del desastre ecológico, volvió a señalar el filósofo norteamericano.
Fabrizio Mejía le interrogó maliciosamente sobre la política latinoamericana, los estados latinoamericanos al fin han podido ponerse al tú por tú con el poder y los mejores ejemplos son Venezuela y Bolivia, en el caso de México los gobiernos mexicanos han tomado la decisión de aliarse con los Estados Unidos dándole la espalda a los pueblos latinoamericanos, Estados Unidos y Canadá han vetado las resoluciones que han tomado los estados de América Latina.
México -señaló Chomsky- tiene serios problemas de violencia, corrupción, narcotráfico, crimen organizado y a ello se agregan los cambios, las reformas que ha emprendido el gobierno mexicano, son suicidas.
La concepción filosófica de Chomsky desafía cualquier error, su pensamiento vital vuelve a ser un parteaguas en la ampliación del diálogo mundial, de la ampliación de posibilidades para la revisión histórica de los problemas latentes del siglo XXI, su personalidad evoca a los grandes líderes del diálogo norte-sur, a Willy Brandt, Olof Palme, Bernt Carson, o el gran intento de dimensionar política y democracia emprendido por Felipe González o el gobierno de la globalización humanista de Jacques Chirac, en suma los momentos más encumbrados de la política internacional.
Chomsky a estas alturas invoca acciones urgentes, señala los límites y corre el riesgo de no ser escuchado, paradójicamente su posición crítica y libertaria no encuentra el equilibrio político de quienes toman las decisiones y ostentan el poder.
Tal vez por todo esto todavía queda un rayo de esperanza en la concepción de un diálogo universal, para Chomsky la emergencia mundial no admite vacilaciones, separa lo urgente de lo inmediato, responde desde el análisis riguroso de la historia y con extraordinaria inteligencia a los hombres de su tiempo.