De vez en cuando surge un factor que divide las opiniones de naciones que por angas o mangas se manifiestan ofendidos por una causa u otra. Lo más extraño pudiera ser que cuando afecta a todo un país no se mantiene en sus límites territoriales sino que salta de inmediato a quienes están identificados ideológicamente como aliados. Esto es, el mundo está dividido, siempre lo ha estado y me atrevería a decirlo que siempre lo estará, será así mientras se mantengan agudas diferencias socioeconómicas entre uno y otro, encabezados por Estados Unidos de América o por Rusia, quienes usan de ser necesario secuaces. La República Popular China se cuece aparte, pues con su inmensa población y avances se ve en la imperiosa necesidad de mantenerse independiente mientras le llega su turno en el mapa político.
Hoy, quienes tachan de déspota al premier que preside a Corea del Norte, el que se ha atrevido a tachar la producción de una película cuyo tema, calificado de sátira política, pone en la picota del ridículo nada menos que al progenitor del actual dirigente que murió quedando el cargo en manos de su joven vástago. De ahí que se considere ofensiva para la clase gobernante de aquel país. Estaríamos totalmente de acuerdo con que el hilarante filme tratara el tema sin exponer a la vista del públlco una tendencia dirigida a exponer grotescamente la figura de alguien que estuviera en posibilidad de defender su imagen pública, pero alguien que fue y ya no es no debe ser tratado de esa manera pues afecta los sentimientos de quienes lo quisieron y en su caso ofende su memoria. Si es que hay algo que ofender. El que juega con fuego…
Así llegamos a la amenaza de Corea del Norte de desatar una guerra en territorio estadounidense si la película intitulada La Entrevista llegara a exhibirse en la pantalla de los cines por considerar que es una parodia inaceptable, dicen, de la vida del padre del actual jefe de gobierno, que es su hijo. No hemos de tardar mucho tiempo en saber el colofón de tan delicado asunto, pues los autores de la cinta que en un principio, ante la conminación habían decidido suspender el estreno, con nuevos bríos, no sin antes recibir el espaldarazo del presidente Obama, quien dio su visto bueno a la comedia, decidieron estrenar la burlona película precisamente en esta fecha, sin importar las consecuencias.
Así están la cosas, por el momento. Antes de dar por terminada esta colaboración diré que quizá estén pensando qué postura asumirán los norcoreanos después de que anunciaron su decisión de tomar medidas drásticas. Bien, para la hora en que usted esté leyendo este comentario ya se sabrá si fue una baladronada del joven dictador o contaba con una carta oculta en la manga. De otra manera se cumplirá el conocidísimo refrán de que perro que ladra no muerde, dándose a entender, con esto, que los hombres que prometen, juran y perjuran, desafiando a sus contrarios, en la taberna, al calor de las copas, o en la mesa de un café, en amena charla con sus "cuatachos", suelen amedrentarse ante verdaderas situaciones de peligro.