Fue tomada el 7 de diciembre del 2000. El Dr. Luis Maeda Villalobos, de lentes, autor del libro Odisea en el Norte, Laguna Insólita, con el señor José León Robles de la Torre, presentador y comentarista del libro.
Los datos de este artículo los tomé de mi libro inconcluso: "Nacimiento de un Museo, el Universitario de Historia Natural, UAL", donado por el Dr. Luis Maeda Villalobos a la Universidad Autónoma de La Laguna, UAL, y en algunos fragmentos dice:
"Igual que otros museos en el mundo tuvieron un principio con pequeñas colecciones de objetos: pinturas, porcelanas, cerámica, joyas, etc. El que nos ocupa, de Historial Natural, tuvo el suyo. Con la idea y visión del Dr. Oncólogo Luis Maeda Villalobos, y con ayuda de un grupo de sus amigos comenzaron a realizar viajes de exploración en diversas sierras y valles como Viesca, Coah., Laguna de Mayrán, Sierra de Parras, cerros como El Fraile, lugares como Malas Cachas y otros parajes del Estado de Coahuila y Zacatecas.
"Así ya con acervo importante de piezas, donó su museo a la Universidad Autónoma de La Laguna, UAL, con fecha 5 de septiembre de 1997, cerrando una primera etapa...".
De su libro: "El Explorador Desconocido": "1989, principia la aventura. Un 19 de diciembre salimos un grupo de miembros del Instituto de Investigaciones Científicas del Estado de Coahuila, Unidad Laguna, hacia el Valle de las Delicias al Norte de San Pedro de las Colonias, en la Comarca Lagunera. Nuestro objeto básico era encontrar en un rincón de dicho Valle que se conoce como "Lomas de Malas Cachas", los marcadores teotihuacanos -que tienen según las investigaciones, funciones astronómicas, y desde luego el Ing. Hugo Harleston Jr., amigo nuestro, pionero en el asunto, nos había señalado en los mapas del antiguo centenal. Según el Ing. Harleston, los deberíamos encontrar en ese lugar en virtud de otros que se han hallado en el sur de los Estados Unidos, siguiendo una línea que pasa por allí y parte de la Pirámide del Sol en Teotihuacán (página 18)...".
En su libro, el Dr. Maeda titulado: "Odisea en el Norte, Laguna Insólita", en parte dice:
"...Si aceptamos que la presencia del hombre en América no es por autoctonismo, sino inmigrante, sea en oleadas humanas que pasaron por el Estrecho de Bering hace 35 mil años o en frágiles embarcaciones llegaron de Asia a las costas de América del Sur. En cualquier forma la idea prevaleciente es la de Harlidcka del Instituto Smitthsoneano, que dijo que los hombres del Continente Asiático habían pasado por el dicho Estrecho de Bering a pie firme, siguiendo los animales dominantes del Pleistoceno Superior como fueron el mamut, el mastodonte, el tigre dientes de sable, el oso de las cavernas, el perezoso, el bisonte almizclero y algunos camélidos que pronto se difundieron por el Continente Americano".
"No es raro encontrar datos de convivencia con dichos animales, así por ejemplo, el hombre Folsom de proyectiles líticos acanalados entre los huesos de bisonte, con una antigüedad calculada en 12 mil años. También, el hombre de Tepexpan en el Lago Texcoco fue encontrado junto a huesos de mamut, y tiene una antigüedad calculada entre los seis y los 10 mil años.
"En nuestra Región Lagunera, no es raro encontrar restos fósiles de huesos de estos mastodontes. Los sitios más comunes de que tenemos conocimiento cierto de la presencia de mamuts, podemos mencionar a Viesca en el ojo de agua de El Túnel en la Hacienda de Hornos, en diversos puntos por el rumbo de Jimulco, en el arroyo "El Durazno de Parras", en Mapimí, en Santa María del Oro, por Miguel Auza, Zacatecas, en La Zarca, San Pedro del Gallo, Pasaje, Durango, Cuencamé. Los límites de los Estados de Coahuila y Nuevo León por la carretera a Monclova, existe un enorme cementerio de mamuts".
"...Últimamente, los miembros del Instituto de Investigaciones Científicas, recorriendo la Sierra de los Pinos al Sur de la ciudad de Parras de la Fuente, encontramos unos frutos fósiles en una meseta del período Jurásico Superior, época misma en que existió una vegetación muy interesante entre las que predominaban las Chicadas, plantas gimnospermas que poseían estructuras reproductoras semejantes a flores sobre sus troncos bulbosos de los cuales surgían hojas parecidas a las palmeras. En la época actual, existen no menos de 65 especies de Cicadáceas que crecen en las zonas tropicales. La Zamia y las Williams sonias son buenos ejemplos...".
Estos son unos breves datos sobre dos de los libros del Dr. Luis Maeda Villalobos, pero su obra es más extensa y desde luego la periodística enfocada a la ecología y al agua con arsénico en la Región Lagunera. Es uno de muchos laguneros con raíces zacatecanos.