Hermoso frontispicio de 'La Capilla del Diezmo', en Jerez, Zacs., construida por gestión de don Antonio Sánchez Castellanos y de doña Guadalupe Bonilla Vda. de Castellanos.
Hermoso frontispicio de "La Capilla del Diezmo", en Jerez, Zacs., construida por gestión de don Antonio Sánchez Castellanos y de doña Guadalupe Bonilla Vda. de Castellanos.
LAGUNEROS CON RAÍCES ZACATECANAS. PROFR. DON MANUEL N. OVIEDO, PRESIDENTE MUNICIPAL DE TORREÓN, COAH., Y JEREZANO DE NACIMIENTO
Jerez, Zacs., tierra de Ramón López Velarde y de grandes poetas de hombres de la revolución como Oviedo, y de importantes y bellas construcciones de canteras labradas artísticamente, ha contribuido con material humano a la fundación de Torreón, Coah., a su cultura y desarrollo social. Veamos el caso del señor Oviedo:
PLAN REVOLUCIONARIO DE MADERO: FRAGMENTOS
"1o. - Se declaran nulas las elecciones para Presidente, Vicepresidente de la República, Magistrados de la Suprema Corte de la Nación, Diputados y senadores, celebradas en junio y julio del corriente año.
"7o. - El día veinte del mes de noviembre, de las seis de la tarde en adelante, todos los ciudadanos de la República tomarán las armas para arrojar del poder a las autoridades que actualmente gobiernan, los pueblos que estén retirados de las vías de comunicación lo harán la víspera...".
Al estallar la revolución, en Torreón, uno de los primeros prisioneros que hizo la autoridad, fue el profesor Oviedo, que poco después fue puesto en libertad. En Cuencamé, don Mariano López Ortiz atacó el pueblo para rescatar a algunos de sus partidarios. En Nazas, Dgo., se efectuó un ataque por don Jesús Agustín Castro el 16 de abril de 1911. El nueve de mayo en Gómez Palacio, Dgo., atacan los revolucionarios encabezados por Sixto Ugalde, Gregorio García, Orestes Pereyra y por el oriente de Torreón, don Benjamín Argumedo. La madrugada del 15 de mayo de 1911 el General Emiliano Rojero, abandona Torreón con sus fuerzas federales, por El Huarache, ante la imposibilidad que tenía para detener a la revolución, que se posesionó de la ciudad.
Los hechos sucedieron con celeridad y el día 21 del mismo mayo, se firmaron en Ciudad Juárez, Chih., los tratados por los que el Presidente Díaz se comprometía a renunciar a la máxima autoridad del país. La firma se llevó a cabo en la aduana fronteriza y representando al Gobierno estuvo el Lic. don Francisco S. Carvajal y por la revolución, firmaron don Francisco Vázquez Gómez, don Francisco Madero señor y el Lic. José María Pino Suárez.
El profesor don Manuel N. Oviedo, como buen amigo del señor Madero, estuvo con él en Torreón, a su paso para México, el cuatro de junio de 1911, y dio las instrucciones necesarias para que tomara la presidencia municipal como lo hizo el día 21 de junio de 1911, durando en el cargo hasta el 31 de diciembre de ese mismo año, ya que en las elecciones efectuadas en octubre, resultó electo para el periodo de 1912, el General don Eugenio Aguirre Benavides.
Terminada su gestión municipal, el Profr. don Manuel Nepomuceno Oviedo, al iniciar el año de 1912, se trasladó a la capital de la República, para seguir sirviendo a su amigo Madero. Ya en México, fue nombrado jefe político de Tacubaya, donde lo envolvió la sangrienta Decena Trágica, que comenzó con la lucha armada el día 9 de febrero de 1913 cuando fueron liberados por los sublevados contra el Gobierno de Madero, los generales Félix Díaz y Manuel Mondragón, quienes se apoderaron de la ciudadela juntamente con el General Bernardo Reyes, quien perdió la vida en el fallido ataque a Palacio. Los días que siguieron fueron de una trágica carnicería propiciada por el General Victoriano Huerta, que había sido nombrado por el Presidente Madero como jefe de las armas de la Ciudad de México, sin imaginar la negra traición que le esperaba.
Luego, mediante una traidora maniobra, el General Huerta que tiene en su mente apoderarse de la Presidencia, ordena al General Blanquet, que haga prisioneros al Presidente don Francisco Ignacio Madero González y al vicepresidente Lic. José María Pino Suárez y al General Felipe Ángeles, entre otros.
El episodio es largo y tenebroso del desarrollo de la Decena Trágica. Hacen prisionero a don Gustavo A. Madero, hermano del Presidente, mediante el engaño de una invitación a una comida especial que le preparaba Huerta, mientras se cumplía allá en Palacio el aprisionamiento del Presidente y Vicepresidente. Don Gustavo fue una de las víctimas con la que más se ensañaron los traidores. El 18 de febrero lo redujeron a prisión, que ese mismo día lo llevaría al matadero.
El General don Francisco Luis Urquizo Benavides, en su libro "Viva Madero", editado en 1954, describe con detalle los macabros episodios llenos de crueldad y faltos de sentimientos humanos. Como si fueran fieras. Veamos unos párrafos, que incluyo, porque forman parte de la vida de Oviedo que nos ocupa en este artículo, ya que ese mismo día, también fue asesinado... Continuará.