A pesar de los reclamos de Ucrania y las advertencias de Estados Unidos y sus aliados, Rusia concretó ayer la anexión de la República de Crimea y la ciudad portuaria de Sebastopol.
Así, a 60 años de que Rusia cedió a Ucrania el territorio de la península en tiempos de la dirigencia de Nikita Jrushchov en la extinta Unión Soviética, Crimea regresa a formar parte de la Federación Rusa, en medio del rechazo y la alerta de Occidente.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y los líderes de Crimea firmaron ayer en el Kremlin un tratado bilateral por el que se acogió a la República de Crimea y a la ciudad de Sebastopol en el seno del estado euroasiático.
En reacción, el gobierno de Ucrania declaró que el conflicto ya ha pasado a la dimensión militar y autorizó el uso de armas a sus soldados en la península.
A su vez, el gobierno de Estados Unidos aseguró que la comunidad internacional no reconocerá jamás "el intento de anexión" de Crimea, que definió como "una amenaza a la paz" internacional y "claramente ilegal".