Seguramente Usted ha sido absorbido por la tecnología de la comunicación y el manejo de las redes sociales; si es adulto mayor y aún se resiste a ello, tendrá que adaptarse y seguramente habrá tenido la experiencia de observar a algún grupo de jóvenes, -quizá de la familia- que reunidos atienden, cada uno por su cuenta, a los mensajes que reciben de amigos a través de su teléfono celular.
Tampoco es extraño observar a parejas de enamorados que, estando uno junto al otro, no se ponen atención por estar respondiendo algún mensaje. Yo prefiero el romance a la antigüita; ¿y Usted?
Este es un fenómeno social que aún no ha sido suficientemente estudiado, pero que anuncia cambios en el estado mental y emocional de las personas, incluido el comportamiento en la vida de relación. Menos aún se ha podido definir si ese cambio es para bien o para mal de la sociedad.
El phubbing, es la creación de una nueva forma de sentimiento de menosprecio que padecen las personas al ser mal atendidas por su interlocutor, quien está ocupado en responder a mensajes electrónicos por su teléfono "inteligente". Umberto Eco, define el fenómeno, que es una consecuencia del advenimiento de la Internet como: "el escándalo de una memoria sin filtro, donde no se distingue el error de la verdad"; por otra parte, en una reunión académica entre abogados en Argentina, tratando el fenómeno educativo, lo describieron declarando: "un desarreglo de la era tecnológica que consiste en ignorar a la persona que se tiene enfrente para curiosear en el propio celular".
La Asociación Mexicana de Internet, fundada en 1999, está integrada por empresas influyentes en el desarrollo de la industria de la Internet en México; afirma que el envío de mensajes por ese medio, como el Whats App, Viber o Tango, se ha transformado en una de las principales formas de comunicación entre personas, con dispositivos móviles.
El Sistema de Mensajería Inteligente ya tiene 20 años en uso y fue desarrollado por Neil Papworth, en diciembre de 1992, en Berkshire, Inglaterra, enviando un mensaje de felicitación navideña a Richard Jarvis, un colega de la empresa Vodafone.
Para 2002, este medio de comunicación alcanzó a transmitir más de 250 mil millones de mensajes a nivel global y 5.9 billones en el 2012, llegando a 6.7 billones al término de 2013, previendo sumar 9.4 billones de textos en 2016, generando en Estados Unidos ingresos por 127 mil millones de dólares.
La discusión en términos de salud mental se da entre dos posturas encontradas:
Los que piensan que es causa de cambios negativos en el comportamiento humano, afirmando que alterará las formas de convivencia social y generará nuevas enfermedades del tipo mental y emocional.
Otros, sostienen que tal postura genera "ensimismamiento" entre las nuevas generaciones, el aislamiento del resto de los familiares al ocupar horas enteras en atender al teléfono, promoción de la soledad, incomunicación, ansiedad, depresión y pérdida de identidad familiar.
Al respecto, Carl Sagan, escribió un cuento de cienciaficción en el que presenta un homicidio en un planeta alejado y deben acudir a la Tierra para buscar investigadores humanos que puedan desentrañar el misterio ya que en ese lugar no existe la comunicación personal directa. ¿Sorprendido?; recuerde que la ficción es premonitoria de la realidad del futuro inmediato.
Los defensores del uso de la tecnología aceptan que, ciertamente, cambiará los métodos de comunicación existentes hasta la fecha; que de hecho ya lo están haciendo para bien. Entre ellos Eduardo Punset quien en su libro "Qué nos pasa por dentro" asegura que las bondades de esa comunicación se verán reflejadas en el desarrollo de redes neuronales, haciendo más inteligentes a las nuevas generaciones y facilitándoles los procesos educativos; insiste que con el uso de esos medios electrónicos y digitales han construido mejores habilidades para definir y solucionar problemas, además de mayor efectividad en la psicomotricidad.
Ciertamente la comunicación instantánea y sin intermediarios ha traído grandes beneficios para todos nosotros; desde saber en dónde se ubican nuestros seres queridos, recibir noticias, -incluyendo las de inseguridad- consultar opiniones y captar información importante para la toma de decisiones en el trabajo o en la escuela. Incluya la permanente adulación y entrega de afecto, aún por ese medio, entre queridos y enamorados.
Al parecer la nueva descripción del Phubbing Electrónico tiene sus orígenes en la palabra "Pub", nombre con que se denomina a los bares ingleses, exportada desde Inglaterra y que se refiere a esos lugares donde las personas se relajan con una bebida al terminar su jornada laboral.
Habrá que mantenernos atentos al fenómeno que, si es para bien o para mal, tendrá repercusiones en nuestras formas de convivencia, especialmente entre las ya muy deterioradas entre adultos mayores y jóvenes. ¿Sus hijos ya viven el phubbing?
ydarwich@ual.mx