Saludo. En la imagen aparece el Papa Francisco junto a dos cardenales en el Vaticano.
Dos niñas estadounidenses y activistas de los derechos de los migrantes de Los Ángeles viajarán hoy viernes al Vaticano a fin de pedir al papa Francisco que intervenga para pedir un alto a las deportaciones en Estados Unidos.
En busca de un milagro, la delegación buscará estar presente desde mañana sábado en el Vaticano y en la reunión que el presidente estadounidense Barack Obama sostendrá con el Papa.
Los organizadores del viaje a la sede de la Iglesia Católica realizaron, durante un maratón en un centro comercial de esta ciudad, la venta de "pupusas", tamales y tacos para recaudar fondos para los gastos de las dos niñas que viajan.
Una de las pequeñas, Jessy Vargas, tiene diez años y las autoridades migratorias están a punto de deportar a su papá, mientras al progenitor de la otra niña ya lo enviaron a su país de origen.
Ambas menores pintaron esta semana, junto a un grupo de niños, una manta con la leyenda en inglés "papa Francisco por favor ayúdanos a detener las deportaciones".
Francisco Moreno, del Consejo de Federaciones Mexicanas (COFEM), es uno de los 16 activistas de Los Ángeles que viajan al Vaticano en un viaje pagado con sus propios recursos.
"Allá se nos van a sumar otras delegaciones de Chicago, Illinois, y de otras ciudades que se unirán a nuestra demanda para que el Papa interceda con Obama y pare las deportaciones" , declaró Moreno.
Moreno indicó que la noche de hoy viernes viajarán de Los Ángeles para llegar a el Vaticano mañana sábado. Para el lunes próximo tiene previsto convocar a una rueda de prensa.