Meta. El objetivo del programa de reconversión productiva es restarle presión al cultivo del frijol. (EL SIGLO DE TORREÓN)
A pesar de que resta poco más de un mes para que inicie el próximo ciclo de producción primavera-verano, aún no se tiene claridad en la propuesta que maneja el Gobierno para la reconversión productiva y de esta forma restarle presión a la producción de frijol, según cuestionó Roberto Delgado Gallegos, consultor en Mercados Agrícolas.
En este sentido, ilustró que la reconversión productiva debe buscar alcanzar la competitividad del agro duranguense en los escenarios internacionales y en los propios mercados internos, a través de esquemas innovadores de producción para que el desarrollo tenga cobertura sobre toda la sociedad rural.
Destacó que ante la baja rentabilidad que registra el sector agrícola del estado debido, entre otros factores, a los problemas estructurales del mercado interno, las instituciones de Gobierno han insistido mucho en la necesidad de reconvertir gran parte de la superficie hacia el establecimiento de otros cultivos para reducirle presión a la producción de frijol.
Sin embargo, insistió, "estamos a escasos dos meses de que inicie el próximo ciclo de producción primavera-verano y aún no se tiene claridad en la propuesta que maneja el Gobierno".
Para no incurrir en otro de los graves problemas que padece el campo duranguense, abundó el especialista, las instituciones de Gobierno ya deberían de contar con un programa bien estructurado, empezando por estudios sobre el perfil de los suelos de las principales zonas agrícolas para determinar si reúnen el potencial productivo para los nuevos cultivos.
Asimismo, cuestionó el hecho de que a estas alturas se debería contar con los paquetes tecnológicos que se habrán de utilizar en los nuevos cultivos, al tiempo que indicó que es indispensable también que se elaboren oportunamente los contratos para la comercialización segura y oportuna de los productos que se vayan a cosechar.
También, expuso, es necesario que el Gobierno determine los tipos de apoyos e incentivos que se van a otorgar para inducir la siembra de otros cultivos, así como definir qué tipo de infraestructura será necesaria para el manejo poscosecha de los nuevos productos.
