Solicitud. Los manifestantes pidieron una entrevista con el director del ISSSTE.
En el ISSSTE, la avenida Allende y la presidencia municipal, se manifestaron ayer integrantes de la asociación de Trasplantados del ISSSTE de Torreón A. C. Para pedir la restitución del programa de trasplantes renales que fue suspendió en este año por órdenes del director de la institución, Héctor Valdés.
El grupo de más de 25 personas compuesto por donadores, beneficiarios y sus familiares, acudieron poco después de las 9 de la mañana a las oficinas de la dirección para solicitar una entrevista con el director, con la finalidad de conocer el motivo de la suspensión del programa.
Sin embargo, el personal les comunicó que Héctor Valdés estaba en una operación y no los podía atender.
"Tenemos cuatro meses así, esperando para verlo, nos dicen que está en el quirófano, pero no es cierto lo que pasa es que no nos quiere recibir", comentó Juan Antonio Martínez, quien es donador de un riñón.
"Queremos que nos diga por qué no autoriza los trasplantes, si le cuesta dinero o él está poniendo de su bolsa que nos diga, nos preocupa porque hay más gente y más porque hay un potencial enorme de fallas renales en la región y si se tiene aquí el equipo, el personal, no se puede frenar un programa así por una decisión administrativa ", cuestionó Martín Camarillo, trasplantado.
Al ver la negativa, se exacerbaron los ánimos de algunos de los manifestantes y el personal, sin que pasara a mayores.
Los integrantes de la A.C. esperaron más de una hora, pero no hubo respuesta por lo que decidieron salir a la avenida Allende para protestar. "Queremos dar a conocer esta situación a la sociedad porque se nos hace injusto que por la decisión de una persona corra peligro la vida de muchas otras, si nosotros estamos aquí, es gracias a ese programa", dijeron.
De ahí el grupo se trasladó a la presidencia municipal, en donde se encontraba el director participando en una ceremonia celebrada para la conformación del Comité Municipal de Salud.
Al llegar se manifestaron de nueva cuenta en la entrada del edificio y de inmediato fueron atendidos por personal de Atención Ciudadana, quien les indicó que serían atendidos por Valdés Gutiérrez.
"Cuando nos entrevistamos con el doctor, nos dice que no ha desaparecido el programa y que hasta que la junta de gobierno lo autorice, se va a hacer trasplante. El problema es que él es el que convoca a las juntas porque las preside, no lo ha hecho y tampoco nos dio fechas", dice Juan Antonio Martínez.
Explica que otro grupo de manifestantes se quedó en el ISSSTE y fue recibido por el subdirector Pablo López, quien les comentó que no tenían medicamento ni material para hacer las cirugías y que ese era el motivo de la suspensión del programa, pero que en 15 días a más tardar se reanudarían las operaciones.
"No se ponen de acuerdo, por un lado nos dicen una cosa y luego salen con otra, lo que sí es que vamos a continuar para pedirlo, que un programa tan noble no se pierda", sentenciaron.
En los 8 años de existencia, se han realizado 50 trasplantes de riñones, la mayoría con éxito.
'Es un acto de amor'
"Donar órganos es un gran acto de amor que no debe ser frenado por cuestiones administrativas. Para mi fue una gran oportunidad que el ISSSTE tuviera el servicio de trasplantes. El año pasado venimos mi donador y yo y logramos hacer el protocolo porque mi situación era desesperante. Afortunadamente lo hicimos en tres meses. Para esto recibimos el apoyo y orientación ágil y atinada del departamento de Trasplante. Cuando terminé el protocolo me pospusieron como cinco veces la operación, hasta que me di cuenta que no era por los estudios. Busqué entrevistarme con el director Héctor Valdés, quien me dijo textualmente a mi y a mi esposa que este hospital era de segundo nivel y que no tenía porque hacer ese tipo de servicio y yo le hice saber que yo venía, no a buscar pelea, sino a vivir, porque en manos de una decisión administrativa de ese tipo, no sólo está mi vida, si- no la de toda mi familia. El señor director me dijo que era más una proyección política del departamento de trasplantes porque aquí no tenía porque hacerse eso y que de su cuenta corría que fuera el último. La cirugía se hizo el 5 de diciembre de 2013. Los que estamos aquí ya recibimos el servicio, pero al igual que yo hay cuatro personas que tienen donador y aquí está el trasplantista, el servicio médico y las medicinas, pero de nada ha servido porque desde entonces no se hacen este tipo de cirugías. El director me dijo que el servicio le obstruye para atender a otras gentes, pero el departamento de Trasplantes nos ha hecho saber que la asignación del presupuesto para este servicio es muy independiente del recurso que le dan al hospital. Nosotros lo que buscamos es que otras personas en nuestra situación tengan también esa oportunidad de vida que recibimos", cuenta Ignacio Monsiváis González.