Mañana cumple apenas 5 años. Fue dada a luz en un parto muy sonado y sonoro, que mezcló paradójicamente metralla y vivas esperanzadoras,éstas más sonoras que aquella. Nacido de una madre generosa, teniendo a una hermana mayor muy cerca. Ha comenzado a caminar y quiere ya tomar su rumbo. Con la presteza e intrepidez que da la infancia, está planeando su futuro. La nueva época es el espacio vital de su desarrollo y quiere ser parte de ella, no como simple espectadora, sino como protagónica constructora de estructuras nuevas en este mundo que también es nuevo y que está por definirse.
Creída débil, sus detractores abortarla quisieron, pero esta niña trae la gracia divina que le viene de su origen; de su herencia dos veces milenaria.Flor en este desierto lagunero, que escatima la vida, pero a la vez la aprecia y la esconde y la protege, porque sabe que es valiosa, esperada porque necesaria, es aquí promesa y cumplimiento de mejores tiempos. Su padre pone ante ella caminos nuevos que aun temerosa no dimensiona completamente. Se teme que equivoque el camino, que de un traspié, que no se desarrolle, que sus inercias y lastres le impidan cumplir las esperanzas que se han puesto en ella. Algunos incluso de ella quieren aprovecharse y amenazan para ella un futuro de pobreza, violencia, injusticia, corrupción e impunidad. Pero es precisamente eso mismo lo que ella quiere derrotar. ¡Sintiéndose más bien amenazados por la fuerza renovadora y sanante de esta aparentemente débil criatura!
Dependiente aún, espera ser fortalecida, protegida y alimentada por aquellos que han sido puestos para tal fin. Por quienes toca hacer para ella el espacio de crecimiento y maduración. Construirles un mundo de colores, donde se pueda vivir la alegría; crear para ella la posibilidad de desarrollo en plenitud de la persona humana.
Esta niña ha sido bautizada como"Diócesis de Gómez Palacio". Dios manifiesta su amor al darnos en esta coyuntura histórica el regalo de una porción particular de la Iglesia con un obispo propio. Con ello abre la posibilidad de unificar y estructurar las acciones que desde la fe influyan en la reconstrucción de esta Comarca Lagunera. Sus elementos son medio centenar de sacerdotes unidos y compactos con una preparación sólida, un buen número de religiosos y religiosas, dinámicos y participativos sobre todo en el campo educativo, pero con influencia en muchas áreas de la sociedad. Y un grupo de fieles con disposición y compromiso.
El inicio de esta aventura fue alegre y lleno de ilusión. Las balaceras de ese día fueron superadas ampliamente por los gritos de júbilo que se dieron por las calles de Gómez y Lerdo. Entusiasmo que debe renovarse después de 5 años con la cercanía de un plan de trabajo que ha implicado a toda la diócesis haciéndola partícipe. Esto está construyendo una identidad propia, tan necesaria en la región para aglutinar esfuerzos y tareas en diferentes áreas. La cercanía con la Diócesis de Torreón está siendo provechosa al hacer actividades comunes de diócesis a diócesis y, dada las necesidad de acciones conjuntas en terrenos como la construcción de la paz y el combate a la pobreza, la unificación de criterios y el enriquecimiento mutuo.
En este año el plan diocesano será una realidad que fortalecerá el trabajo que se estaba realizando en las prioridades que incluyen la formación religiosa y de agentes, la búsqueda de solución de problemas sociales, la acción con la juventud y con las familias, la promoción de las vocaciones y mejoramiento de las celebraciones religiosas. Las exigencias de renovación de la Iglesia, promovidas por el Papa Francisco y que son verdaderamente revolucionarias, tienen la oportunidad de aplicarse e influir en esta planeación que está por realizarse, aunada a la disponibilidad que da el comenzar sin lastres un proyecto nuevo como lo es la Diócesis de Gómez Palacio. De hecho una línea fundamental será la de ser una diócesis evangelizada y evangelizadora en estado permanente de misión, que coincide con lo que menciona el Papa en su exhortación EvangeliiGaudi: "la alegría del evangelio que llena la vida de la comunidad de los discípulos de una alegría misionera".
Los retos que la Diócesis deberá enfrentar han sido declarados por el obispo J. Guadalupe Torres Campos en su comunicado con motivo de este primer lustro como diócesis: 1) ser un presbiterio más integrado, sano y comprometido en la evangelización-misión, 2) mayor formación de los laicos, 3) atención especial a la familia, niños, adolescentes y jóvenes, 4) fortalecer la pastoral vocacional, 5) Construcción de un seminario propio de la diócesis, 6) acciones contra la inseguridad, violencia, narcotráfico y pobreza material, social y espiritual, 7) construir la paz en todos los ambientes y sectores, 8) fortalecer la pastoral social desde la caridad y el servicio, 9) permanente conversión personal y pastoral de todos (obispos, sacerdotes, religiosos y laicos), 10) establecer el Tribunal Eclesiástico, 11) tener una pastoral que salga al encuentro de los alejados en la diferentes periferias, tanto geográficas como existenciales.
La Diócesis de Gómez Palacio tiene un elemento importante en cada uno de los que la conforman. Esta niña tiene dentro de sí la fuerza de Dios, que la lleva adelante en medio de esfuerzos y debilidades. Siendo una institución divina y humana será valioso instrumento para construir la paz y la justica, promover la vida y la verdad, el desarrollo humano y el amor. Depende mucho de nosotros que esta niña de 5 años sea como dice el Papa Francisco en la EvangeliiGaudium n. 259 "Una Iglesia abierta, sin temor a la acción del Espíritu Santo que nos infunde la fuerza para anunciar el evangelio con audacia, en voz alta y en tiempo y lugar incluso en contracorriente."
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