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PIÉNSALE, PIÉNSALE

Por México ¡actuemos!

ARTURO MACÍAS PEDROZA

El pasado 30 de abril ha sido emitido un mensaje por parte de los Obispos de México que estuvieron en su XCVII Asamblea Plenaria. No es la primera vez que los obispos hacen declaraciones, transmitiendo el sentir y las preocupaciones que perciben como pastores del pueblo al que sirven.

Algunos lo han hecho en forma aislada y en problemas particulares de cada región, pero cuando estas declaraciones son a nombre de todos los obispos de México, permiten percibir una posición unánime y una visión general, que es muy útil para saber las posiciones oficiales, no sólo de los jerarcas católicos, sino de toda la Iglesia de México. Incluso de ello pueden sacarse líneas de acción conjuntas. Un ejemplo de ello es la exhortación sobre la misión de la Iglesia en la construcción de la paz, que no sólo hace un buen análisis de la inseguridad y la violencia en México, sino que propone acciones concretas de promoción del desarrollo y construcción de paz (cfr: Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga Vida Digna CEM, México, 2010).

En algún momento de esta reunión, los obispos se encontraron con el presidente de la República, al que se le hicieron cuestionamientos que los pastores han recogido de la población: "¿En qué le beneficiarán a la gente las recientes reformas estructurales y cuánto tiempo tardará en que esto se vea reflejado de manera concreta en la paz, en la vida democrática, en su economía y en su progreso integral? Esta incertidumbre se ve acrecentada por las situaciones de violencia, inseguridad, desempleo y pobreza que bien muchas personas, las cuales ahora se sienten desalentadas y desesperanzadas". Sin dejar de reconocer los esfuerzos ante la grave crisis de seguridad, "esperamos una estrategia integral e integradora que pueda pronto devolver la paz y el estado de derecho a las comunidades que viven en condiciones francamente lamentables, sobre todo a causa de la actividad delincuencial y reprobable del crimen organizado". En este breve escrito al Presidente, se denuncian también la violencia, la extorsión y el maltrato de que son víctimas los emigrantes, y manifiestan la desilusión de no pocos mexicanos ante grandes proyectos y programas de apoyo social que no se están reflejando en una mejora a sus condiciones de vida y que tardan en ejecutarse o son insuficientes y sin continuidad.

En cuanto a la educación, el documento "¡Por México actuemos!" (entregado al jefe del Ejecutivo Enrique Peña Nieto y del cual no quiso hacer ningún comentario espontáneo ni se prestó a contestar preguntas), destaca la necesidad de que, para que las reformas estructurales puedan ser impulsoras de un futuro mejor, requieren un reforma de la conciencia que genere una auténtica escala de valores y una capacidad personal y social de encuentro y fraternidad solidaria. Para hacer que estos valores se hagan parte de la cultura, es necesaria una educación integral y de calidad, de la que hablaba también el representante del Papa en su visita a nuestra Comarca Lagunera el pasado 3 de mayo, con motivo de los festejos del 40 aniversario de la Universidad La Salle. "Esta educación exige un cuidado responsable de los contenidos formativos, reconocer el lugar que corresponde a los padres y madres de familia, a la familia misma, y al resto del tejido social. Los niños y jóvenes se ven afectados por una cultura que les está llevando a la apatía, el sinsentido y hasta el suicido".

Se le urgió también a la implementación de una política decidida a favor del matrimonio y la familia, ante los derechos de la sociedad que también deben ser protegidos ante sentencias judiciales que debilitan la institución matrimonial y familiar y ponen en riesgo los derechos de los niños.

En cuanto a la influencia en la cultura de los medios de comunicación, se reclamó un derecho de las audiencias a contenidos de calidad de modo que estos instrumentos no sólo miren a intereses económicos, sino que atiendan a su responsabilidad social.

La necesidad de avanzar en una cultura democrática y participativa requiere que la reforma político / Electoral ofrezca los elementos jurídicos, las estructuras y las instituciones que hagan posible este anhelo.

Ante las recientes Reformas Constitucionales, los prelado hacen eco del pueblo, expresando la esperanza que se tiene en ellas, pero también manifestando el temor de que sean "una nueva oportunidad para aquellos acostumbrados a depredar los bienes del País".

En cuanto a la reforma educativa dice el documento de página y media: "¿Qué garantiza que la Reforma Educativa impulse un verdadero desarrollo integral para todos; una reforma en la cual se reconozca el derecho fundamental de padres y madres de familia, y la sociedad en su conjunto asuma la responsabilidad que le corresponde; y no venga a alimentar una nueva estructura burocrática que sólo defienda sus propios intereses?".

En el mismo tenor se expresa en cuanto a la Reforma Fiscal: "¿Qué garantiza que la Reforma Fiscal fomente una contribución verdaderamente justa, equitativa, corresponsable, clara, sin complejidades y que sea utilizada con honestidad y transparencia para construir un país con menos desigualdades, que favorezca el empleo digno y bien remunerado y las inversiones productivas; o será una araña en la que puedan evadirse o esconderse quienes se benefician de los recursos del pueblo de México? ¡Sin honestidad, veracidad y transparencia los recursos seguirán siendo botín de pocos!"

De la transformación que se requiere en el ámbito político escriben: "¿Qué garantizará que la Reforma Política consolide una auténtica democracia y una real participación ciudadana que supere las artimañas de los más habilidosos para lucrar con el poder? ¡Sin verdadero amor al prójimo, sólo habrá una búsqueda ambiciosa de pedazos de poder!"

Cosas similares se dicen en cuanto a la Reforma Energética y la de Telecomunicaciones llamando a una "Reforma Interior" y animando propositivamente a actuar en contra del mal: "los cristianos católicos no podemos rendirnos, ni sentirnos derrotados, sino urgidos a participar… La búsqueda personal y sincera del bien, la vida familiar como transmisora de valores y de comunicación

Económica, cultural, familiar, social, laboral, etc. son espacios de participación. ¡Esa participación debe ser cada vez más consciente, organizada y oportuna! No dejemos que las decisiones queden en manos de unos pocos que miran a sus pripios intereses. ¡Actuemos!"

Esta invitación no exime a nadie. "El País es de todos; y entre todos tenemos que sacarlo adelante haciéndonos más participativos. Sin participación social nos hundiremos". Si tiene eco esta llamada unánime a actuar, este documento, reflejo de la voluntad de TODOS los obispos de México, puede ser el detonante de una verdadera transformación del País, a fin de que la Iglesia mexicana siga contribuyendo a generar paz y unidad. ¿Y tú? ¿Te siente aludido?

piensalepiensale@hotmail.com

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