Plan. Expertos indican que para crecer en México es vital vincular a la empresa nacional con la estrategia de la política económica. (ARCHIVO)
La debilidad de la economía mexicana plantea la necesidad de vincular a la empresa nacional con la estrategia de política económica que se ha delineado para redefinir el futuro del país.
Si se quiere reestablecer una senda de crecimiento sustentable, vigoroso y que dé beneficios a todos los sectores de la sociedad es imprescindible la creación de acuerdos que realmente transformen nuestra realidad. Sin lugar a dudas que en estos momentos el país requiere de certidumbre y acuerdos, no debates sin solución.
El crecimiento de los últimos años es insuficiente, y el gasto de gobierno es exiguo para reactivarlo. Tener la esperanza en Estados Unidos puede ser contraproducente, sus resultados son más débiles de lo esperado.
Para mover a México se debe tomar en cuenta la contribución del sector privado, quien genera el 80% del valor agregado total de la economía. No puede olvidarse a la inversión privada nacional, la cual es fundamental en ello: Constituye el 14% del PIB y forja más del 90% del empleo total.
La Inversión Extranjera Directa es un buen complemento, pero su participación es acotada, de sólo 2.5% del PIB, a pesar de los múltiples programas de fomento con los que cuenta (reducción de impuestos y derechos estatales, incentivos especiales, exenciones temporales, entre otros), más de 22, de acuerdo a ProMéxico.
Revertir la desaceleración que se vive en el país es una tarea de todos, es algo que se puede lograr de manera inmediata si el sector privado nacional recibe el mismo trato que la inversión extranjera, y si se le vincula con las reformas aprobadas, particularmente con la financiera.