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PLAZA LAGUNERA

Héctor Mayagoitia Domínguez, gobernador de la unidad

Héctor Mayagoitia Domínguez.

Héctor Mayagoitia Domínguez.

HÉCTOR RAÚL AVENDAÑO

Por iniciativa del gobernador del estado de Durango Jorge Herrera Caldera, se incluyó dentro del programa conmemorativo de los 450 años de la fundación de la ciudad de Durango (8 de julio 1563-2013) la elaboración y publicación de las biografías de los encargados del poder ejecutivo en el estado, a partir del Ing. Enrique Dupré Ceniceros, quien gobernó Durango de 1962 a 1967. Lo anterior, con la finalidad de contribuir al conocimiento, de la obra pública realizada durante los últimos sexenios y de sus promotores.

A partir de 2013, gradualmente se han ido presentando en la ciudad de Durango las biografías escritas por profesionales duranguenses. "Enrique Dupré. Los sentimientos de un hombre bondadoso" y "Alejandro Páez Urquidi. Sembrador del Durango moderno", ambas de la autoría del periodista radicado en la Ciudad de México, Guillermo Rodríguez Gallegos. "Maximiliano Silerio Esparza. El Águila, la roca y el poder" escrita por la reconocida escritora e historiadora Rosa María Valles Ruiz. Por su parte, el prolífico escritor e historiador Luis Ángel Tejada Espino, previamente presentó sus libros "Armando del Castillo Franco. Un gobernador urbanista" y "Ángel Sergio Guerrero Mier. Un hombre leyenda", y ahora hará lo propio, sacando a la luz su obra "Héctor Mayagoitia Domínguez. El gobernador de la unidad" (*).

La biografía será presentada en la ciudad de Durango, a las 18:30 horas del día 6 de noviembre, en el antiguo Palacio de Zambrano, sede durante muchos años del gobierno del Estado, y actualmente convertido en monumental Museo Nacional Francisco Villa.

La obra de Luis Ángel Tejada Espino, que contempla aspectos importantes de la vida del estimado duranguense don Héctor Mayagoitia Domínguez, de su realización como hombre de familia, científico y servidor público, pero enfocada especialmente a presentar un recuento de su obra al frente del gobierno del estado de Durango, se desarrolla en 486 páginas encuadradas en 55 capítulos, ampliamente documentadas y complementadas con 198 fotografías, todas ellas plenas de emotiva narración, dado el extenso y muy valioso quehacer del ahora exgobernador.

Don Héctor, cuya vida está estrechamente ligada a la obra educativa instituida por el presidente Lázaro Cárdenas, realizó estudios en la escuela secundaria para hijos de trabajadores que funcionó en Lerdo, y los continuó en la vocacional y profesional dependientes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), donde alcanzó el título de Químico Bacteriólogo y Parasitólogo, para posteriormente conseguir el grado de doctor en Química de Suelos por la Universidad Estatal de Rutgers, Nueva Jersey, EE. UU.

Su actividad como dirigente estudiantil, como brillante alumno y su vocación de servicio, lo llevaron a la Secretaría de Educación Pública, donde llegó a desempeñarse como Director General de Educación Tecnológica, y después como Subsecretario de Educación Media, Técnica y Superior. Desde esos cargos de responsabilidad, cristalizó en todo el país, a través de las escuelas secundarias técnicas agropecuarias y forestales, los correspondientes bachilleratos (Cbtis, Cbtas y Cecyt) y los Institutos Tecnológicos Agropecuarios y Forestales, la gran obra-educativa-popular encaminada al fomento de la productividad y del empleo iniciada por el Tata Lázaro.

Su probada capacidad de constructor de infraestructuras para el desarrollo social y productivo en el ámbito educativo, y su sensibilidad política para lograr consensos y llevar a feliz término sus proyectos, le granjearon la simpatía del Partido Revolucionario Institucional, quien en 1974 lo hizo su candidato al gobierno del estado de Durango, logrando unificar a la gran mayoría de los duranguenses militantes de todas las ideologías, merced a su trato fino y de amplia cobertura.

Desde su campaña política dio muestras palpables de lo que iba a ser su mística y praxis políticas. Abrió su corazón y su mente para reconocer, sin reservas, las capacidades y voluntades de cada persona que se le acercaba para participar en la jornada encaminada a la elección. Así, empezó a repartir responsabilidades y oportunidades entre los mejores exponentes de los grupos políticos del Estado. Para todos hubo el espacio y la oportunidad; particularmente para los jóvenes inquietos que encontraron en él, el cauce para desarrollar sus proyectos y formaron parte de la administración estatal. Eso sí, sin marginar a las generaciones precedentes que aportaron sus valiosas experiencias y el oficio político, sin el cual no hay resultados positivos.

El Gobernante Mayagoitia pavimentó el camino para que dos distinguidos duranguenses, integrantes de su equipo de trabajo, llegaran en el futuro a gobernar el Estado. Impulsó las carreras políticas de: Maximiliano Silerio Esparza, a quien después de hacerlo su Secretario General de Gobierno, le abrió cauce para que pudiera llegar a la dirigencia estatal de la CNC, desde la cual se proyectó como diputado federal, y la de Ángel Sergio Guerrero Mier, quien también en su momento recibió la oportunidad de buscar la presidencia del comité estatal del PRI, y alcanzó idéntica meta, en el Congreso de la Unión.

El arribo de ambos duranguenses a la política nacional, permitió después de grandes esfuerzos y sortear múltiples circunstancias alcanzar la candidatura al gobierno del estado y triunfar en el proceso electoral. Desde que el Lic. José Ramírez Gamero, inaugura la nueva época, los gobernadores de Durango son de producción autóctona: "de origen".

Ya que hablamos de encauzamientos, rescataremos un dato simpático que alguna vez publicó en su columna el estimado amigo periodista, Miguel Ángel Vargas Quiñones. Sucede que el gobernador Mayagoitia, entre otras virtudes fue bueno para "echar el pial". Se reveló como un tenaz casamentero de los jóvenes colaboradores de su administración, apadrinó al propio Vargas, a Wilfrano Torres San Martín, a José Durán Valenzuela, a José Miguel Castro Carrillo, a Luis Ángel Tejada, a Arturo Kampfer, a Francisco Canales Gutiérrez y a Enrique Torres Cabral, entre otros muchos. Creo que el único que se le escapó fue éste su humilde escribidor, que por aquellos años me encontraba "escondido" en la Agencia del Ministerio Público de Lerdo, ¡a Dios, gracias!

Ahora, en este 2014, cuando aún se escuchan los ecos de los actos conmemorativos del centenario de las Grandes Batallas de Gómez Palacio y de Zacatecas, es justo recordar que el gobernador Mayagoitia, después de que previamente lo hiciera Nellie Campobello, a través de sus textos sobre la Revolución y, particularmente, con su obra "Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa", reivindicó plenamente, a intramuros del estado y en el plano nacional, la figura del "Centauro del Norte", con motivo de conmemorarse, con bombo y platillo, el centenario de su natalicio. "1978 -se decretó por la Legislatura del Estado- Año del General Francisco Villa".

La obra de gobierno de Mayagoitia se esparce de manera integral por toda la geografía del estado. Si analizamos a vuelo de pájaro, un solo aspecto del renglón educativo, podemos significar que, en cada uno de los 39 municipios construyó por los menos una escuela secundaria y una de educación media, de carácter tecnológico, que en la actualidad sirven de sólido cimiento a las múltiples sedes de la Universidad Tecnológica, que están reforzando la educación superior en no pocos municipios.

Ante la imposibilidad de abordar en este limitado espacio periodístico la extensa obra del gobierno de Mayagoitia y su brillante biografía (que con amplitud disfrutaremos al leer el libro) nos limitaremos a señalar algunos de los más importantes logros de la región Lagunera duranguense:

Impulsó en Gómez Palacio la creación del Parque Industrial Lagunero, en terrenos donde dos décadas atrás se había proyectado una zona industrial y que urbanizada en parte, la prensa bautizó como "el desierto mejor iluminado del mundo" por su falta de promoción. Durante su administración El Parque, a través de una oficina promotora, se colocó entre los punteros de su ramo en el país, al albergar factorías de primer nivel, en producción y calidad, y generar un boom, que activó el comercio, la prestación de servicios y fundamentalmente el empleo, no sólo para los gomezpalatinos, sino para todos los laguneros.

Otros logros, surgidos de su interés por servir a la tierra donde vivió en su infancia y adolescencia, y que visitaba una vez por semana, en promedio: Las gestiones para la construcción de la clínica del ISSSTE en los límites de Gómez y Lerdo; la culminación de las obras de construcción de la Casa de la Cultura de GP; la construcción de las instalaciones para que la pista de Lerdo, se convirtiera en Aeropuerto "J. Agustín Castro"; la reconstrucción del Puente de Ojuela y su transformación en sitio turístico, entre otras muchas obras de urbanización, salud, educación y comunicación. Por su parte, su esposa doña María Luisa, nos legó el CREE, centro de rehabilitación que presta un noble servicio a toda la región

La administración de Mayagoitia se sustentó en la unidad como recurso para el desarrollo integral del estado. Desde siempre se caracterizó como el personaje duranguense que propicia la cohesión; el elemento conciliador; el factor aglutinador. Y, como el andarín del güisqui, sigue tan campante, tan vigente; dígalo sino la reunión de los ilustres protagonistas que tendrán a su cargo el acto de presentación del libro biográfico que nos ocupa.

El ciudadano elegante, de trato amable, atento, responsable, puntual; el estudiante aplicado y a la postre científico que dirigió su alma Mater el IPN, el CONACYT; que creó las reservas de la biósfera de Michilías y de Mapimí, justipreciadas por la UNESCO; el Coordinador de los Esfuerzos de los Duranguenses, generador de innumerables asentamientos humanos dignos para las gentes de escasos recursos, de empleos, de oportunidades para todos aquellos con deseos de ascender en la escala social; el estadista Héctor Mayagoitia Domínguez, ni más ni menos, a quien la gente de la región del semidesierto, lo considera: UN AUTÉNTICO GOBERNADOR DE LA LAGUNA DE DURANGO. Nos encontramos dentro de quince días, D. M. Agur.

(*) A la fecha, el autor Luis Ángel Tejada Espino, ha escrito 26 libros, de los cuales ha publicado con éxito 23 y tres permanecen inéditos, sobre temas políticos y de historia contemporánea, en el género de narrativa; se ha desempeñado, desde sus años juveniles, como periodista de prensa, radio y TV., en su natal ciudad de Durango.

Hravendano472003@yahoo.com.mx

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