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PLAZA PÚBLICA

La Gran Batalla de Gómez Palacio (del 22 al 26 de marzo de 1914) (1).

HÉCTOR RAÚL AVENDAÑO

Segunda parte

Todo ese contingente de hombres a caballo, enardecidos por la arenga y el carisma del Centauro del Norte, armados de fusil y de artefactos explosivos, eran una verdadera avalancha que envolvería y, a fuerza de temeraria persistencia, conquistaría el Cerro de la Pila y todas las posiciones federales para asaltar finalmente la ciudad de Torreón.

Mientras esto sucedía, Maclovio Herrera, cumplía su cometido, apoderándose de Ciudad Lerdo, que distaba en línea recta unos 5 kilómetros del centro del combate.

El primer ataque de los villistas que, previamente, habían desmontado y amarrado sus cabalgaduras en las afueras de Gómez Palacio, se realizó con una carga de infantería contra la defensa del Cerro de la Pila, la que resultó muy desfavorable, ya que fueron diezmados sin piedad por los "huertistas", aprovechando éstos su posición de privilegio.

El general Felipe Ángeles, al ver la situación adversa, tuvo que suspender los ataques de artillería para no atentar contra su propia gente, que a esas alturas del combate luchaba cuerpo a cuerpo con los federales. Ángeles, modificó la ubicación de sus cañones y prosiguió la embestida sobre los federales atrincherados en el Cerro.

Sobre aquellos cruciales momentos de la Batalla de Gómez Palacio de 1914, los historiadores, hermanos Luis y Adrián Aguirre Benavides, nos relatan: "Los ataques y contraataques se repitieron desde el lunes 23 hasta el jueves 26. Los villistas, en cargas suicidas, caían sobre los fortines, ascendían penosamente los cerros, para ser rechazados una y otra vez, en medio del tronar de los cañones y el tableteo de las ametralladoras… Acompañaban al general Villa todos sus generales… también Calixto Contreras y José Isabel Robles. A éste dijo Villa:

"-Créame: Estamos peleando la más dura batalla de cuantas han de presentarnos los sostenedores de Victoriano Huerta; necesitamos aquí de toda la perseverancia de nuestro mayor impulso". (3)

La lucha era a vencer o morir. Con el triunfo en La Laguna, los constitucionalistas se irían sobre Zacatecas para expulsar definitivamente del poder al usurpador Victoriano Huerta.

Ese intermitente apoderamiento de una posición -El Cerro de la Pila-, para luego perderla y volverla a recuperar en la lucha cuerpo a cuerpo, librada durante cuatro días, además de un río de sangre y otro cerro más de cadáveres, dejó constancia en nuestra tierra del valor y del fervor hacia la causa revolucionaria que profesaba la gente de Villa.

Después de ese holocausto fraternal, que ojalá nunca se repita, se vislumbró despejado el horizonte: La Toma de Torreón de abril de 1914.

Por estas fechas, pueblo y gobiernos municipales (laguneros), estatales (Coahuila y Durango) y federal estarán conmemorando con toda solemnidad los relevantes acontecimientos suscitados en la Región durante la Revolución Mexicana, y en forma significativa la Gran Batalla de Gómez Palacio y la subsecuente Toma de Torreón. Actos que habrán de reivindicar el colosal sacrificio humano y patriótico que enmarca tan grandiosa Epopeya.

Gómez Palacio, Torreón, Lerdo y pueblos aledaños, en aquellos álgidos días contribuyeron, con el sacrificio de muchos civiles -campesinos, obreros, artesanos, empleados de la industria y del comercio- en edad productiva, que irremediablemente fueron reclutados -cada uno por su parte-, por los ejércitos, federal y revolucionario para reforzar sus filas, así como con la destrucción de su infraestructura productiva y urbana, amén de las consecuencias de la masacre: Epidemias y carencia de alimentos y medicinas.

Ese sacrificio, por voluntad o producto de la leva, de muchos de nuestros antepasados no puede quedar escrito y registrado con tenues caracteres en la historia de nuestra Región y de nuestro municipio de Gómez Palacio. La Laguna aportó grandes contingentes de peones "acasillados" y trabajadores de temporada que acudían de los estados del sur a la pizca del algodón y a la recolección del guayule. La División del Norte se nutrió de la añeja inconformidad de esas víctimas del despojo de sus tierras y del maltrato del patrón de la hacienda.

La mira de la División del Norte desde su partida de Chihuahua el día 16 de marzo, rumbo al sur, fue tomar la ciudad de Torreón, y para cumplir su objetivo, en principio, tuvo que replegar las tropas de avanzada del ejército federal de las poblaciones de Mapimí y Lerdo, por el poniente y las de Tlahualilo y Sacramento, por el oriente, así como las correspondientes a Bermejillo, provocando se concentraran en Gómez Palacio, donde se produjo el choque entre revolucionarios y "huertistas".

Por la gran magnitud de participantes, por sus acciones temerarias que ocasionaron miles de muertos y heridos, y por constituir la antesala de la derrota definitiva y la expulsión del usurpador Victoriano Huerta, sobresale con luz propia la trascendencia de la Gran Batalla de Gómez Palacio.

Es así, que el pasado lunes 24 de marzo tuvimos la oportunidad de asistir a un acto de la más elemental justicia histórica. Tuvieron que pasar 100 años para que pudiéramos distinguir y diferenciar los hechos revolucionarios acontecidos en La Laguna, durante los días del 22 de marzo al 4 de abril de 1914; para que surgiera la luz y se proyectara en su justa dimensión la Gran Batalla de Gómez Palacio, que por un siglo había quedado ensombrecida, minimizada tras el biombo de la escueta frase o cliché: La Toma de Torreón.

Sí, señoras y señores: La LXVI Legislatura del Estado de Durango, a iniciativa del diputado local Juan C. Ávalos Méndez, celebró en Gómez Palacio, al pie del histórico y nunca bien ponderado Cerro de la Pila, Sesión Solemne, para Conmemorar el Centenario de la Gran Batalla de Gómez Palacio, presidida por el diputado Carlos Emilio Contreras Galindo, y contándose con la presencia del gobernador del Estado Jorge Herrera Caldera, del presidente del Tribunal Superior de Justicia Apolonio Betancourt Ruiz, del Gral. de Brigada D.E.M. Sergio Alberto Martínez Castuera, Comandante de la X Zona Militar, del anfitrión José Miguel Campillo Carrete, presidente municipal, entre otras distinguidas personalidades y numerosa concurrencia de todos los estratos de la población.

Durante el desarrollo de la Sesión Solemne se rindieron honores a nuestra Enseña Nacional y se cantó nuestro Himno Nacional (por cierto fue notoria la ausencia de la Banda de Música No. 2 del Estado). Se dio lectura a la Iniciativa que autorizaba el cambio de recinto parlamentario. El diputado Juan C. Ávalos Méndez en su intervención resaltó los pormenores y la importancia de la Gran Batalla de Gómez Palacio; igualmente participaron con sendos discursos alusivos al Centenario, el C. gobernador, el C. presidente del Congreso y el C. presidente municipal.

Qué emotivo momento vivimos los que tuvimos el privilegio de asistir al Acto Reivindicatorio del Cerro de la Pila. Seguramente que la celebración de esta grandiosa efeméride de la historia de México, de Durango, de La Laguna y de Gómez Palacio, servirá para elevar con creces nuestra autoestima y para dar lustre al nombre de nuestra Ciudad en el plano nacional, ahora que atravesamos por una etapa difícil de nuestra existencia.

Por su parte, el propio R. Ayuntamiento presidido por el Lic. José Miguel Campillo Carrete, en Sesión de Cabildo de fecha 19 de marzo del presente, por unanimidad, aprobó la Declaratoria de Gómez Palacio, como: "Ciudad Heroica y Sitio Histórico de Interés Nacional".

El Cerro de la Pila pacientemente ha esperado se delimite y formalice el área de terreno donada al ayuntamiento de Gómez Palacio en 2010, por la entonces diputada federal Leticia Herrera Ale, y pudiera crearse: Un mirador -con su balaustrada-, un museo, un altar cívico en honor de los caídos (en la especie de socavón, donde alguna vez fue banco de piedra) o alguna otra acción que rinda perenne homenaje a ese rincón de nuestra más pura historia.

Confiamos en que los tres niveles de gobierno durante el presente año emprenderán alguna obra más en el Cerro que nos simboliza, y con ello se enriquezca el programa conmemorativo. Es propicio el momento para cristalizar los anhelos de nuestro pueblo. Nos encontramos el próximo domingo D. M. Agur.

(1) El presente artículo fue publicado en esta columna el 24 de marzo de 2013 y, hoy, se reproduce con algunas adiciones, al cumplirse un siglo de la Epopeya. .

(2) y (3) Los párrafos entrecomillados, así como gran parte del acervo histórico referido fueron tomados, de la obra de los hermanos Luis y Adrián Aguirre Benavides "Las Grandes Batallas de la División del Norte", y algunos datos fundamentales del ensayo "Torreón bajo el Fuego Revolucionario" de la maestra Silvia Castro Zavala.

P. D. Agradezco al diputado Juan C. Ávalos Méndez, el que haya utilizado parte del contenido de esta modesta colaboración periodística para integrarla al texto de la iniciativa aprobada por el Congreso del Estado, mediante decreto No. 134 de fecha 19 de marzo de 2014, que rinde homenaje a la Gran Batalla de Gómez Palacio.

hravendano472003@yahoo.com.mx

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