Los síntomas de esta enfermedad son dolor intenso abdominal, vómito y fiebre. (ARCHIVO)
La población menor de 18 años es más susceptible a presentar un cuadro de apendicitis, el cual debe ser atendido de manera inmediata para disminuir el riesgo de una peritonitis, proceso infeccioso grave que pone en riesgo la vida del paciente.
La apendicitis es una infección que se caracteriza por la secreción de pus, que si no se atiende oportunamente puede perforar la pared del apéndice permitiendo el paso del excremento a la cavidad abdominal, alteración que se conoce como peritonitis.
La apendicitis es una enfermedad propia de la infancia, que no se puede prevenir debido a que no existen elementos externos o internos que se puedan modificar para evitarla.
Especialistas descartan que exista una asociación de esta enfermedad con el consumo de algún tipo de alimento.
Ante esta situación es indispensable que los padres de familia estén muy alertas, sobre todo si el niño refiere un intenso dolor abdominal, acompañado de vómito y fiebre, síntomas característicos de la apendicitis.
Si un pequeño manifiesta este tipo de alteraciones debe trasladarse de inmediato a la unidad médica más cercana para disminuir el riesgo de alguna complicación.
La única alternativa de tratamiento para la apendicitis es la intervención quirúrgica, sin embargo, en la actualidad se cuenta con técnicas de vanguardia como es la cirugía laparoscópica, intervención de mínima invasión y de corta estancia hospitalaria.
Esta intervención consiste en realizar pequeñas incisiones por las cuales se manipula el órgano afectado, lo que permite que el niño tenga una evolución pos-operatoria más rápida y menos molesta.