Los resultados idénticos del último viaje (el "N") del gobernador de Coahuila a Asia, marcaron que todos los beneficios son para Saltillo y prácticamente nada para Torreon; ello nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre el futuro de la ciudad y de los torreonenses.
Como nómada, la humanidad no generó crecimiento real en las personas, por miles de años nada cambió; fue insignificante el desarrollo humano; algunos grabados en cavernas y monumentos mortuorios, pero ni siquiera una religión trascendente.
Como sedentario forja ciudades y con ellas nace el desarrollo humano; pero es importante destacar que sólo las grandes ciudades formaron grandes personas: Babilonia, Atenas, Roma, y desde luego Alejandría fueron emblemáticas por sus filósofos: Sócrates, Diógenes; Platón; Aristóteles; Séneca e Hipatia; o artistas, escritores, músicos y científicos y, desde luego, grandes estadistas como Pericles y Julio César. Más tarde lo fueron Florencia, casa de Miguel Ángel, Dante, Maquiavelo y Leonardo Da Vinci y en los siglos XIX y XX Paris recibió a genios como Rodín; Víctor Hugo; Dalí y a varios mexicanos como Amado Nervo; Carlos Fuentes; Alfonso Reyes y el nicaragüense Rubén Dario.
Pero ¿Qué provocó que estas urbes tuvieran figuras universales inmortales? Ante todo sus gobernantes se preocuparon más por la ciudad y sus habitantes que por sus intereses personales y anhelos políticos a futuro. Segundo: que se dio una auténtica participación ciudadana que generó riquezas públicas que permitieron que la genialidad surgiera entre los habitantes y tercero; primordial, que todos buscaban la superación de cada uno de ellos y entendieron que ésta, no se daría, si no se brindaba a todos las mismas posibilidades de éxito. Así surgieron las metrópolis de riqueza incalculable en todos los aspectos.
Hoy vemos que ciudades problemáticas generan personas pobres de mente y carentes de riqueza económica social. La ciudad no desarrollada presenta efectos negativos como insuficiencia de empleos, penurias e indigencia extremas extendidas, es característica de ella una educación pública deficiente, enfocada a la inmensa población; que genera mayor distancia en todos los ámbitos entre pobres y ricos, en lugar de reducir las brechas. Es carente de competencia con otras poblaciones nacionales e internacionales e incita a su abandono, especialmente de los jóvenes que no ven ahí futuro y emigran a otras regiones, creando un círculo vicioso: no hay oportunidades ni desarrollo; no hay empuje juvenil y así alternativamente.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, posee un indicador para medir el nivel de Desarrollo Humano de un territorio y está basado en tres indicadores; Longevidad (larga vida y saludable), Nivel de Educación (años de escolaridad con calidad) y Nivel de vida, medido este último por el producto interno bruto real per cápita en dólares. Cada año desde 1992 se viene presentando un informe con la clasificación de los países y sus conclusiones; Noruega, Australia y Suiza ocupan los primeros lugares; Chile es el primero de Latino América en el puesto 41 y muy abajo viene México, quien en el índice GINI que mide la igualdad de oportunidades en el ingreso, ocupa el lugar 123 de 160 países medidos. Ahora bien, imaginemos a Torreón que como ciudad ocupa un lugar muy bajo de desarrollo del país 123, que lugar ocuparía en el mundo, siendo que, hace poco menos de 100 años, era ejemplo mundial de desarrollo por su algodón; lácteos y crecimiento uniforme en varios campos.
A los grandes les gusta aliarse, vivir, conocer, dialogar con los grandes, por ello son cada vez más grandes, a los mediocres no le queda más que aceptar a ínfimos gobernantes, demagogos; porros físicos que se convierten en enemigos de la intelectualidad porque la ven como amenaza: "Cuando oigo la palabra cultura, echo mano a mi pistola" aseveraba Hermann Goering; segundo a bordo de la Alemania Nazi y eso lo vemos, hoy en día, en nuestra ciudad, estado y patria.
Basta ver una gota de agua para. Conocer todo el mar; así es Torreon, grande en corrupción como Coahuila y más grande aun para representar toda la corrupción de México entero; pruebas:
La autorización del nefasto congreso del estado de que se contrate un crédito sin límites para el alumbrado público y que Torreón pague con participaciones federales, presentes y futuras, parece no ser trascendente, pero significa que no habrá recursos para otras actividades, en especial las sociales; ya vimos como este año se redujo el apoyo a las organizaciones de la sociedad civil, debemos esperar que en 2015 y posteriores se llegue a cero; además de que los gastos de seguridad también decaiga, que la población se vea desprotegida, a no ser que se trate de la protección del alcalde y de sus familiares, entonces se utilizarán elementos de la policía, vestidos de civiles para cuidarlos; se adornará la ciudad con piñatas y con luces navideñas; con un circo helado en la plaza que costó mínimo tres veces su valor real pero ¿y el desarrollo de los torreonenses? Ese puede esperar para otros siglos o milenios, mientras tanto, hay que pagar la recolección de basura o sufrir el corte del suministro de agua potable, un derecho humano que como muchos otros en México y en especial en Torreón, no se respeta.
En concreto: Torreon sólo es Coahuila para las megadeudas, pero para los beneficios nada, y menos ahora que el ayuntamiento perderá la captación del impuesto predial, ingreso principal de la ciudad cada año. Todo esto aumenta el deterioro humano y la caída de la superación popular, convirtiendo a esta ciudad en pobre en todos los niveles y a sus habitantes en personas sin rumbo, casi casi zombis y alejados de todo progreso tecnológico y humano. Más aún en el próximo año en que economistas serios, mexicanos y extranjeros, anuncian con profética audacia, un nuevo desastre económico y financiero que soportaremos los mexicanos de segunda, porque gobernantes y sus concesionarios, al contrario, verán crecer sus inversiones y aumentar sus riquezas adquiridas del erario público.
Pero queda una esperanza: debemos recordar que solo lo torreonenses podrán salvar a su ciudad y únicamente ellos cansados de ser despreciados por sus gobernantes locales y municipales, incluidos algunos miembros del cabildo de partidos de imposición, despierten y enfrenten, con actos jurídicos y hechos ciudadanos, la destrucción de que son objeto su ciudad y su dignidad.