Linares es el encargado de llevar a sus compañeros a la registradora. (Alejandro Álvarez)
El cuarto bat, la posición de honor en el line up, o la posición en que se tiene que demostrar el "power", tiene dueño en Vaqueros Laguna. Se trata de Juan Carlos Linares, toletero cubano que está por cumplir los 30 años de edad y quien se desempeñó prácticamente en todo el sistema de sucursales de los Medias Rojas de Boston, desde la clase de novatos, hasta Pawtucket, el equipo de Triple A. Para este 2014 llegó a Vaqueros, posesionándose de un lugar en el outfield y de la responsabilidad de fungir como cuarto bat.
En su primera oportunidad de jugar en México, Linares ha encontrado una liga competitiva, y con gusto recibe el que su nuevo equipo está a la puerta de la clasificación al playoff: "para nadie es un secreto que la Liga Mexicana es una de las mejores ligas fuera de Estados Unidos. Hay muy buen pitcheo, lo mismo que en Venezuela o Dominicana, es difícil para los bateadores. Este equipo de Vaqueros tiene a muchos peloteros con experiencia, yo fui acoplándome poco a poco, y hoy me siento muy bien con este uniforme", destacó el nacido en La Habana.
De piel blanca, con diversos tatuajes, Linares es uno de los encargados de poner buen ambiente en el club house naranja, y durante los juegos con frecuencia se le observa dialogando con el coach de pitcheo, Alejandro Ortiz, tratando de descubrir el punto flaco del pitcher al que Vaqueros está enfrentando. Y aunque en ocasiones no pueda dar el batazo grande, Linares se enfoca en cubrir de forma atinada otros aspectos del complejo juego de pelota: "yo siempre he dicho que si tú no puedes hacer una cosa bien en el bateo, tienes que ir a hacerlo en defensa, porque uno nunca sabe, puedes ganar un juego bateando, pero defendiendo también lo puedes ganar. Yo soy así, no llevo los bateos a la defensa, ni la defensa a los bateos, simplemente a donde voy llego a dar el cien por ciento de mí".
En 66 juegos con Laguna, el antillano promedia .316 con su bat, fruto de 74 imparables en 234 turnos, con 15 dobles y también 15 jonrones, buenos para producir 54 carreras y ha cruzado el pentágono en 49 ocasiones. Posee un elegante y efectivo fildeo, además de un brazo respetable que hace pensar a los corredores dos veces antes de hacerle una jugada de "pisa y corre". Pero Linares deja de lado sus virtudes como pelotero, para ponderar el trabajo en equipo: "lo mejor que le ha pasado a nuestro equipo es que no ha dependido de un solo pelotero. No dependemos ni de Mustelier, ni de Linares o de Orozco, de nadie. Siempre hay alguien que es el héroe del juego, sea pitcher o jugador, siempre hay alguien que puede ganar el juego de pelota. Este equipo depende de los nueve que están jugando, y también de los que están en el dug out, que pueden venir a dar el hit para ganar", afirma el bateador derecho.
En la recta final de la temporada, Juan Carlos le pone experiencia, y no deja que los nervios, la ansiedad o el ímpetu sean demasiados como para colocarlo fuera de concentración, y en cambio, espera ir paso a paso rumbo a darle satisfacciones a la afición lagunera: "nosotros no tenemos presión, lo de nosotros es jugar día a día. Siempre lo he dicho, tú no puedes pensar en el mañana si tú no has ganado el juego de hoy, así que hay que ganarlo hoy y ya mañana vamos a ver qué pasa. A la afición de Torreón les damos gracias porque han estado con nosotros y les pedimos que sigan apoyando al equipo, que no les vamos a quedar mal. No ha sido aún el último día en casa, yo lo dije, el último día que juguemos en casa es cuando seamos campeones", finalizó Linares.
JONRONES
ha conseguido Juan Carlos Linares en lo que va de la temporada de la Liga Mexicana.