Un policía procesal de la capital de Chihuahua fue acusado por la Fiscalía estatal, a la cual pertenece, de maltrato animal y uso indebido de arma de fuego luego de disparar a dos perros de un vecino con su arma de cargo.
El oficial Enrique H. C. disparó en contra de un bóxer y un french poodle que se encontraban en el patio de la casa contigua a la suya con una pistola calibre .9 milímetros, provocando la muerte instantánea en los dos animales.
Inicialmente, dijo a los oficiales de la Policía Municipal que lo detuvieron que había disparado en contra del bóxer debido a que este lo atacó cuando ingresó al domicilio, y "sin querer" uno de los tiros impactó al otro perro.
Sin embargo, la Fiscalía Zona Centro informó que ante el Ministerio Público cambió dicha versión y refirió que observó que el bóxer estaba mordiendo al french, por lo que hizo un disparo al aire para espantarlo y al no lograrlo decidió dispararle pero "por error" mató a ambos.
El dueño de las mascotas dijo que sus perros en algunas ocasiones habían tirado la basura del policía, quien había amenazado con asesinar a los animales si volvían a hacerlo.
Al momento de los hechos, el bóxer se encontraba amarrado a su casa de madera con una cadena que le permitía caminar entre tres y cuatro metros. El french estaba libre.
Tras 48 horas de arresto el agente quedó en libertad al pagar una multa de 3 mil pesos.
La Fiscalía dio a conocer que se abrió una investigación interna por parte de la Fiscalía Especializada de Control, Análisis y Evaluación a fin de determinar la sanción correspondiente por el aparente uso indebido del arma de cargo.
De manera simultánea se le fincaron cargos penales por el delito de maltrato y crueldad contra los animales, por lo que deberá presentarse ante un juez de garantía los próximos días.
De acuerdo con el Código Penal del estado, de ser encontrado culpable recibiría una pena de seis meses a dos años de prisión.