La timidez y la ansiedad social se relacionan, pero no son conceptos idénticos. El término timidez se refiere a una tendencia a inhibirse ante situaciones incómodas que tienen que ver con actos impersonales como conversaciones, citas, conocer gente nueva, hablar por teléfono, siendo asertivos, enfrentando situaciones conflictivas o hablando de sí mismos.
La timidez está también asociada a una tendencia a ser introvertido. Las personas tímidas tienden a ser más reservadas y más introvertidas socialmente.
El término ansiedad social se refiere a la experiencia de nerviosismo o inquietud en situaciones que tienen que ver al ser observadas, escrutiñadas o juzgadas por otros.
Para resumir: si alguien se preocupa por sentirse avergonzado o humillado en una situación social o de actuación, se dice que la persona está experimentando tanto la timidez como la ansiedad social. En realidad la mayoría de las personas tienen esos sentimientos de vez en cuando.
Hay que distinguir entre la ansiedad normal y la ansiedad que puede ser un problema.
LOS COMPONENTES DE LA ANSIEDAD SOCIAL
Casi siempre la ansiedad social se experimenta como un sentimiento incómodo y algunas veces insoportable, difícil de describir o controlar. Una estrategia que puede ser útil es comprender que las emociones ( incluyendo la ansiedad) deben ser entendidos en términos de tres componentes: una parte física (qué sientes) una parte cognitiva (qué piensas) y otra de comportamiento (qué haces).
QUIÉN EXPERIMENTA ANSIEDAD SOCIAL
Casi todas las personas se inquietan en situaciones sociales de vez en cuando. Está claro que la timidez y la ansiedad social son casi universales. Por varias décadas, los investigadores han tratado de entender cuáles son los factores que causan los problemas de la ansiedad social. Algunos de éstos incluyen los siguientes: genéticos, cerebrales, por aprendizaje, creencias, etc.
En estudios de uno de los centros de investigación se encontró que los síntomas físicos de la ansiedad social son comunes para todos. Los más característicos son: mariposas en el estómago, tensión, sonrojo, problemas o dificultad para expresarse, latidos, corazón alterado, sudor, temblores, risa o charla sin control.
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