DESARROLLO PERSONAL Y PROFESIONAL
No se puede negar que el trabajo de la asistente ejecutiva es estresante. Es un trabajo en el que la prestancia y la compostura son requeridas ante una crisis. Si el trabajo sobrepasa tu identidad no puede haber progreso.
Una asistente ejecutiva debe saber cómo hacer crecer, avanzar y florecer su más valiosa posesión -ella misma.
El control del estrés y la madurez son los elementos más importantes en una descripción de su trabajo. Una asistente exitosa sabe cómo alimentar, inspirar y estimular su más importante posesión -su persona.
Cuando tus propias limitaciones te rebasan, la mejor manera de reaccionar es aceptarlas con un propósito de borrar los efectos paralizantes del miedo y la inseguridad. Una manera efectiva de lograrlo es escuchando una pieza de música. La música es un poderoso refuerzo emocional.
CANALIZA TUS EMOCIONES POSITIVAMENTE
Algunas de las emociones que puedes sentir durante la jornada diaria como asistente ejecutiva pueden ser muy fuertes. Simplemente el optar por no expresarlas, no es la solución. Tienes que hacer algo con la tensión asociada con tu trabajo.
No luches contra las emociones que sientes. Deja que te digan qué debes hacer en respuesta a las muchas exigencias de tu trabajo. Escucha lo que tu espíritu te está diciendo.
Recuerda que en tu trabajo tú eres responsable de los errores en tu área. Es imposible que todo salga bien. Si esperas un total perfeccionismo en ti y en los demás, es probable que termines desilusionada.
CRECIMIENTO PROFESIONAL
El trabajo de una asistente no es estático, es un excelente lugar para aprender. Cuando las personas dejan de crecer, empiezan a morir. Asiste a programas que te ayuden a mejorar tus habilidades. Éstos pueden incluir computación, liderazgo, habilidades de superación personal, visión, etc.
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