TRABAJO COMPENSADOR
Hay muchas razones tradicionales del porqué trabajan las mujeres. Por supuesto que el salario, seguro social y beneficios laborales son algunas de las prioridades.
Tu trabajo puede ser tanto una fuente de beneficios sicológicos como de ingresos monetarios, si desarrollas tus potenciales, así que no te reprimas. Para lograr que tu trabajo sea compensatorio o avanzar a una posición de más responsabilidad, tienes que motivarte para lograrlo.
REDIRIGE TUS CONCEPTOS
¿Qué esperas de tu trabajo? ¿La satisfacción de hacer algo bien? o ¿tu mayor interés está en los días de fiesta?, ¿el aguinaldo?, ¿la decoración de la oficina? Es importante decidir, ya que en los factores que te enfocas determinan tu actuación y por consecuencia, tus recompensas.
APRECIA TU TRABAJO
Si te fijas metas de poco alcance, como vacaciones pagadas, aumento anual, etc., no estarás motivada para contribuir al progreso de tu empresa. Como resultado, puedes acabar aburrida o insatisfecha con tu trabajo.
ACTUALIZA TU IMAGEN
No permitas que ideas anticuadas acerca de las mujeres sofoquen tu potencial y te enfrenten con el mundo del trabajo. Recuerda que de la manera como te ves determina la forma como actúas. Examínate de nuevo y adquiere una nueva imagen -la de una mujer de negocios.
EVALÚA TU ACTITUD
Tu actitud acerca del trabajo afecta tu propósito de canalizar tu energía hacia tus deberes. Si estás aburrida, no puedes concentrarte y tendrás problemas para terminar el día.
Para motivarte, tienes que valorar el tiempo y el esfuerzo que pones en tu trabajo. Para hacerlo, piensa en tu desempeño como medio para desarrollar ciertos talentos y capacidades. De esta manera, tus tareas no te parecerán tediosas porque vas a comprender su relación con todos los objetivos. Como resultado, tu función toma un significado.
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