EL SECRETO DE LA SATISFACCIÓN
¿Aún estás esperando ganar la lotería? La verdadera felicidad se compara más con una calle bien pavimentada y menos que con un camino vecinal -con baches, piedras y polvo.
Hace mucho tiempo "satisfacción" significaba un estado de complacencia. Sin embargo, a lo largo de la vida, ha sufrido depreciaciones a tonos de "aceptable", "promedio", "así-así". Se ha conceptuado desde un estado óptimo a poco más o menos pasable. Si se está satisfecho, puedes no sentirte estático, pero probablemente no protestes.
No es un secreto que el dinero no puede comprar la felicidad, pero hay otros mitos que perduran. No obstante, no dejamos de creer que la satisfacción va a llegar de repente -ganar la lotería, una gran adquisición, un golpe de suerte. La satisfacción implica un fin, un punto saciado. De seguro pensamos que cuando esa satisfacción se materializa, vamos a sentirnos eternamente felices o contentos.
¡Qué frustración sentimos cuando ese momento no llega! De acuerdo con los expertos, la satisfacción requiere de una seria reflexión que nos llevará a enfrentar nuestros retos y a no evadir los riesgos.
Trata de analizar los siguientes conceptos y saca algunas conclusiones:
1.- De muchas maneras mi vida se acerca a mi ideal.
2.- Las condiciones de mi vida son excelentes.
3.- Estoy satisfecha con mi vida.
4.- Hasta ahora he logrado las cosas que he querido en mi vida.
5.- Si pudiera vivir de nuevo mi vida, casi nada cambiaría.
La verdadera satisfacción viene cuando nos conectamos con nosotros mismos y nuestras vidas en un nivel más elemental -y esto no es tan difícil como parece.
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