Las Iglesias católica y evangélica alemanas expresaron ayer su preocupación por el aumento de las exportaciones de armamento nacional a países que no pertenecen ni a la UE ni a la OTAN, y especialmente a regiones inestables.
El decimoctavo informe sobre exportación de armas de la Conferencia Conjunta de Iglesia y Desarrollo (GKKE), presentado en una rueda de prensa en Berlín, destaca que los permisos del gobierno para la venta de armas a los llamados "terceros países" ha alcanzado en el primer semestre de 2014 el 63,5% de esta partida de exportaciones, una tasa récord.
"Lo que fue pensado como excepción, se ha convertido en norma.
Entre estos envíos hay como anteriormente demasiados a regiones en conflicto y a países con situaciones de derechos humanos cuestionables", señaló Karl Jüsten, presidente católico de la GKKE.
En concreto, el informe constata la "especial preocupación" que genera entre los autores del texto el creciente peso del norte de África, Oriente Próximo y Oriente Medio en las exportaciones de armamento de Alemania.
Entre los ejemplos citados se encuentran las ventas de patrulleras a Arabia Saudí y de tanques a Argelia, así como el escándalo sobre la reexportación de armas pequeñas a Colombia a través de una filial pantalla de una empresa alemana en Estados Unidos.
Jüsten consideró que el cambio en la política de exportación de armas que anunció este año el Gobierno alemán -una gran coalición de conservadores y socialdemócratas- aún no se ha implementado.