Sede. Hombres armados de pie delante de la sede de la policía incautada en Slaviansk, Ucrania.
Separatistas armados tomaron ayer sábado el control de una ciudad del este de Ucrania, lo que provocó que Kiev preparara sus tropas para enfrentar lo que calificó como un "acto de agresión" por parte de Rusia.
Los acontecimientos han aumentado la preocupación de una posible "guerra del gas" que podría interrumpir el suministro de energía en toda Europa.
"Las autoridades ucranianas consideran los acontecimientos del día como una muestra de la agresión externa de Rusia", dijo el ministro del Interior, Arsen Avakov.
"Unidades de los ministerios de Interior y de Defensa están implementando un plan de respuesta operativa". Ambos países están enfrentados desde que masivas protestas en Kiev obligaron al presidente ucraniano prorruso Viktor Yanukovich a dejar el poder. Poco después, el Kremlin envió tropas a Crimea.
Rusia niega cualquier intento de enviar tropas o querer dividir Ucrania, pero las autoridades de Kiev creen que está intentando crear un pretexto para volver a intervenir.