El nuevo presidente de Irak, el kurdo Fuad Masum, encargó hoy al vicepresidente del Parlamento, el chiíta Haider al-Abadi, formar un nuevo gobierno, elevando el temor de más pugnas internas debido a que Nouri al-Maliki fue descartado.
“El país está ahora en sus manos”, dijo el mandatario a al-Abadi, nominado por la Alianza Nacional iraquí, una coalición de partidos chiítas de las que forma parte el Estado de Derecho, el partido de al-Maliki.
Durante una breve ceremonia transmitida en vivo por la televisión, el presidente iraquí dio a al-Abadi 30 días para formar un nuevo gobierno de unidad y presentarlo al Parlamento para su aprobación, expresando su confianza de que lo logrará.
La decisión se produce horas después de que la Suprema Corte de Justicia determinó considerar a la coalición Estado de Derecho, liderada por al-Maliki, como el mayor bloque en el Parlamento del país, lo que debería allanar el camino a éste hacia un tercer mandato.
Husein al Maliki, sobrino del primer ministro saliente, tachó de “ilegal” la designación de al-Abadi como nuevo jefe del gobierno y advirtió que “no se quedarán callados”.
“La nominación es ilegal e incumple la Constitución. Iremos a una Corte Federal para impugnarla”, aseguró Husein.
Anoche al-Maliki acusó a Masum de haber agotado a sabiendas el plazo constitucional que tiene para pedir al líder del mayor bloque parlamentario la formación de un Ejecutivo.
Tras la acusación, al-Maliki desplegó fuerzas de élite en zonas estratégicas de Bagdad y cerró parcialmente dos importantes calles -lugares donde comúnmente se realizan marchas a favor y contra el gobierno-, mientras cientos de sus partidarios salieron a las calles.
Sin embargo, críticos de al-Maliki lo acusan de contribuir a la crisis al monopolizar el poder y buscar una agenda sectaria que dejó fuera a las minorías sunita y kurda de Irak.
Poco antes, desde Sydney (Australia), el secretario estadounidense de Estado, John Kerry, insistió en que la formación de un gobierno en Irak es “vital” para conseguir estabilizar la situación y advirtió a al-Maliki de que “no remueva las aguas”.
“Hay que dar una oportunidad a que se vote un nuevo gobierno para salir adelante”, dijo Kerry en un encuentro con la prensa en Sidney.
