'No debemos permitir que la política u otras fuerzas externas dañen este espíritu', afirmó Bach.
El presidente del COI, Thomas Bach, rindió tributo el martes a las víctimas de los recientes atentados suicidas en el sur de Rusia, que mataron a 34 personas y provocaron alerta sobre la seguridad para los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi.
Bach habló en una ceremonia en la villa de los atletas para pedir adherencia a la llamada 'Tregua Olímpica', una resolución simbólica que pide a partes en conflicto que cesen sus hostilidades durante los Juegos.
"Recordamos y lloramos por las víctimas inocentes del conflicto, y especialmente las víctimas recientes en Volgogrado", dijo Bach. "Nuestra presencia aquí es una respuesta a aquellos cuyos motivos y metas contrastan con el espíritu de armonía y solidaridad mundial de estos Juegos".
Un grupo islámico de la región del Cáucaso Norte se adjudicó la responsabilidad por los atentados consecutivos a fines de diciembre en Volgogrado, a unos 640 kilómetros al este de Sochi, y amenazó con atacar los Juegos.
Rusia implementó un enorme operativo de seguridad para los Juegos, que comienzan el viernes y duran hasta el 23 de febrero. Decenas de miles de militares y policías vigilan la ciudad y sus alrededores, además de buques de guerra, aviones no tripulados y defensas anti-misiles.
La Asamblea General de la ONU aprobó en noviembre una resolución pidiendo una tregua mundial durante los Juegos. Resoluciones similares han sido aprobadas en las dos últimas décadas.
"No somos inocentes. Conocemos nuestros límites", expresó Bach.
El líder del COI señaló que la Villa Olímpica es un símbolo de paz.
"Hombres y mujeres de distintos orígenes, culturas diferentes, religiones diferentes y perspectivas diferentes conviven en armonía", expresó.
El uso del término "perspectivas diferentes" podría ser una referencia velada a la orientación sexual. La antesala a los Juegos de Sochi ha sido dominada por las críticas internacionales a una ley rusa que prohíbe la "propaganda" gay entre menores de edad.
Algunos activistas y políticos pidieron boicots a los Juegos.
"No debemos permitir que la política u otras fuerzas externas dañen este espíritu", afirmó Bach.
Entre las figuras que acudieron a la ceremonia estaba la estrella rusa del salto con pértiga, Yelena Isinbayeva, quien funge como "alcalde" de la Villa Olímpica en la sede en la costa.
Miembros de la junta del COI recurrieron la Villa Olímpica, en la que vivirán unos 2,200 atletas en la costa del Mar Negro. Otras dos villas más pequeñas están ubicadas en la montaña.
Bach conversó con atletas, almorzó en la cafetería y jugó tenis de mesa en la sala de descanso.
"La villa es realmente magnífica", afirmó. "Los atletas pueden agradecer la cercanía con las sedes de las competencias. Acabo de hablar con una patinadora estadounidense y un jugador ruso de hockey y lo primero que dijeron fue, 'podemos caminar desde aquí hasta los lugares de entrenamiento'''.
