Desánimo. Los inversionistas de los mercados siguen con una elevada aversión al riesgo y buscan más refugios seguros. (EFE)
Los datos económicos relevantes en Estados Unidos empiezan a escasear conforme se acerca el cierre del año. Esta semana habrá poca información relevante que pueda generar incentivos en el deteriorado ánimo de los inversionistas, que sigue con una elevada aversión al riesgo y cada vez más busca refugios seguros.
Los inversionistas darán más atención a los datos de producción industrial en China, las ventas minoristas y la inflación en ese país, indicadores que se publican esta semana y que marcarán pauta ante las preocupaciones de la desaceleración del gigante asiático.
En Estados Unidos, con la ausencia de cifras económicas relevantes se abre paso a la cautela y a un elevado nerviosismo de los capitales por la cercanía de la última reunión del año del Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed) programada para el próximo 17 de diciembre, en la que se define la política monetaria en ese país.
Además, el descenso en los precios del crudo será una variable que afectará el ánimo de los capitales, el cual se contagia hasta los mercados financieros en una mayor aversión al riesgo.
Para esta semana, lo más relevante en el vecino país empieza a publicarse el jueves, día en que se conocen las ventas al menudeo con información a noviembre; el consenso de analistas es un incremento de 0.4 % mensual.
También se dan a conocer el balance fiscal a noviembre, las solicitudes semanales de ayuda por desempleo, los inventarios de negocios y la confianza del consumidor preliminar de The Conference Board.
En Europa se difunden esta semana la producción industrial a octubre en varios países y las cifras de la eurozona.
En México, del 8 al 12 de diciembre hay información del mercado interno como la inflación de noviembre, las ventas al menudeo de la ANTAD, el empleo formal, la inversión fija bruta y la actividad industrial de octubre, datos en los que desafortunadamente no se esperan resultados alentadores.
Se anticipa que siga la aversión al riesgo y la volatilidad en los mercados cambiarios, así como una mayor fortaleza del dólar.
