Daño. Los niños no deben ser afectados por una mala relación.
Con la intención de proteger a los menores y garantizar su desarrollo físico y emocional durante y después del juicio de divorcio de sus padres, el Congreso del Estado aprobó las reformas al Código Civil y al Código de Procedimientos Civiles.
El diputado Felipe de Jesús Enríquez presentó una iniciativa que tiene como objetivo evitar los daños psicológicos que pudieran ser causados al ser víctimas de la manipulación por un progenitor o un familiar.
Los legisladores admitieron como suya la obligación otorgar a los hijos que viven el divorcio de sus padres, la seguridad de que sus derechos están a salvo.
En este sentido, con las reformas se establece que el que ejerza la patria potestad o guarda y custodia, debe inculcar el respeto y el acercamiento constante de los menores con el otro progenitor, con sus hermanos y con sus demás familiares.
Cualquier progenitor o familiar, tiene la obligación de hacer del conocimiento del juez las conductas que pudieran constituir alienación parental.
Deberá evitarse todo acto, de parte de cualquiera de los progenitores o ascendientes, encaminado a provocar en un menor de edad rechazo, rencor o distanciamiento hacia la otra parte.
Cuando el juez tenga conocimiento de este tipo de actos, tomará las medidas necesarias de seguridad, seguimiento, y en su caso, ordenará las terapias que permitan corregir y evitar estas conductas.
