Maestros. Numerosos fueron los marchantes.
La caravana de padres y normalistas "Daniel Solís Gallardo" concluyó ayer domingo su recorrido por Chiapas con una marcha pacífica en la que pidieron al gobierno que "se deje de juegos" políticos y entregue vivos los 43 estudiantes desaparecidos.
En la protesta que inició de la sede la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) a las afueras del Palacio de Gobierno, se reunieron alrededor de cinco mil manifestantes.
Los inconformes responsabilizaron y "condenaron" al gobierno federal de los actos en contra de los estudiantes de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos.
La caravana de Ayotzinapa respondió así al mensaje presidencial de "condenar a los que cometieron el horrible, atroz y abominable crimen contra los normalistas".
Los padres y compañeros de los desaparecidos acusaron que los responsables son Enrique Peña Nieto, Miguel Osorio Chong, Jesús Murillo Karam, el exgobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero y el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca.
En el mitin, Inés Abraján, tía de Adán Abraján, uno de los 43 desaparecidos, dijo que no creen en la versión del procurador Murillo sobre los cuerpos calcinados. "No creemos en ese juego" derivadas de las declaraciones de los tres presuntos criminales, porque "los torturaron para decir que ellos mataron a los jóvenes".
Carmelita, madre de Jorge Aníbal Cruz Mendoza, expresó su angustia por la desaparición, "porque no sabemos en dónde están, si están comiendo o no". El padre de Alexander Mora Venancio dijo que están "llenos de coraje y tristeza".
La marcha inició al grito de "Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos" y congregó a estudiantes normalistas de Chiapas, maestros federalizados de la Sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Además de educadores de la estatal Sección 40, estudiantes universitarios, así como dirigentes e integrantes de unas 16 organizaciones sociales, campesinas e indígenas y personas de la sociedad civil.
