Los asistentes, con el rostro y las manos pintadas de rojo para simbolizar el derramamiento de sangre en aquella región del mundo, leyeron un pronunciamiento contra lo que consideran un nuevo genocidio.
Hermanos palestinos, desde Guadalajara sumamos nuestras voces al grito de solidaridad y de indignación, al grito que dice: ¡Ya basta! Ya basta de ataques genocidas a su pueblo y su cultura, a su muy respetable modo de vida cómo es en cada pueblo, con sus diferentes modos y diferentes lenguas, pero con la sangre roja igual de todos los niños del mundo, de todas las razas y credos. Brutalmente impresionados confirmamos lo anterior en las fotos de sus hijos y sus nietos y sus abuelos, los rostros injusta y dolorosamente destrozados con su color igual por dentro al del niño mexicano o israelí.
Ante la presencia de policías municipales y estatales que los fotografiaron y videograbaron, los asistentes a esta protesta ondearon banderas palestinas y empuñaron carteles con consignas contra el Estado israelí.
Recordaron que la actual agresión hacia el pueblo palestino, y que ha cobrado la vida de más de mil 600 personas (civiles y niños, la mayoría), forma parte de una estrategia militar iniciada en 2007 que no ha respetado en ningún momento los acuerdos y convenios humanitarios que a nivel internacional se han establecido para situaciones de guerra.
No entendemos esta ofensiva militar como una cuestión de defensa de un pueblo contra otro, sino como una acción militar de limpieza étnica del gobierno sionista israelí sobre nuestros hermanos palestinos, señalaron los activistas.
Criticaron la pasividad de la comunidad internacional y la falta de pronunciamientos en México por parte de intelectuales, artistas y deportistas: “temen quizá al poder económico del capitalismo israelí y sus extensos y diversos brazos de la represión estatal y cultural.
Sabemos bien que estas agresiones son parte de la guerra de despojo en contra de quienes defienden y trabajan por crear un nuevo sistema de convivencia humana. Sabemos que como al principio del capitalismo en Europa, se ha puesto en marcha en Oriente Medio y en América Latina, especialmente en México, un modelo de acumulación originaria de capital vía el despojo de los ricos territorios y recursos públicos, del genocidio de pueblos enteros. No debemos de olvidar que al pueblo palestino lo hermana un hecho vergonzoso con el pueblo mexicano: la existencia de los “muros de la vergüenza” que dividen las fronteras políticas entre nuestros pueblos y las grandes potencias militares como son Israel y los EU, señala el pronunciamiento al que se dio lectura.
Aclararon que estas protestas no son en contra del pueblo de Israel, sino contra su gobierno, y llamaron al Estado mexicano a retirar a su embajador de aquel país y a imponer sanciones económicas contra empresas de capital israelí, como Nestle, Nokia, Pepsi, Nescafe o Coca Cola.
Hacemos un llamado urgente a la paz inmediata en Gaza, al fin de los ataques tanto aéreos como terrestres, así como al fin definitivo del bloqueo económico, alimenticio y humanitario que Israel ha impuesto sobre el territorio de Gaza en Palestina, concluyeron.
