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COTY GUERRA

"Inscribe los agravios en el polvo, las palabras de bien inscríbelas en el mármol". Benjamín Franklin.

COLECCIONISTA DE AGRAVIOS

La mayoría de las personas son "coleccionistas de agravios", y como todos aquéllos que les gusta atesorar objetos -la mayoría de ellos innecesarios y totalmente superfluos- y que andan siempre buscándolos en cualquier lugar y en todo momento, los coleccionistas de agravios se dedican a detectar a su alrededor hasta el más mínimo detalle de lo que consideran un gesto en su contra para empezar a sumarlos, y así llegar a tener una cantidad considerable de motivos para aislarse de sus semejantes, o simplemente, aunque no se aíslen totalmente, tener pretextos en su mente para rechazar a quienes le rodean, etiquetándolos como malvados.

No todas las acciones de los demás son necesariamente dirigidas hacia ciertas personas en particular; la gente reacciona por impulsos, por estados de ánimo, por depresión, por tristeza, etc., y los coleccionistas de agravios siempre creen que todo va dirigido en contra de ellos; pero, esto no es lo más importante, sino que por ello su autoestima va decreciendo a tal grado que se sienten rechazados en casi todas las interacciones con quienes los rodean, o por la familia en general, persistiendo en ellos la idea de que el mundo es perverso y que no se puede confiar en nadie.

Una persona en estas circunstancias puede verse afectada en sus relaciones amorosas de pareja, no encaja en la sociedad, siente rechazo en cualquier escuela a la que asiste, en su ámbito de trabajo no logra superarse profesionalmente porque debido a su conducta inestable cosecha enemigos y, generalmente, no interactúa con sus vecinos. Lo que realmente sucede es que la persona cree no ser aceptada por los demás, y para no "sufrir un descalabro", no conviven, o lo hacen de mala manera, con la premisa de atacar "antes de ser atacadas", creando conflictos graves a su alrededor.

Estas situaciones les impiden formar conexiones de afecto permanente con el mundo, negándose la oportunidad de crear lazos definitivos para formar una familia, lo que a su vez los lleva a vivir en un futuro incierto y solitario.

¿Se preguntarán, por qué comento que la "mayoría de las personas" son coleccionistas de agravios?... Lo digo porque son muy escasas las madres Teresa de Calcuta o los Mahatma Gandhi, que veían siempre la bondad en los demás.

cotygube63@hotmail.com

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