Despertó el monstruo goleador Pablo Velázquez para conducir a Toluca a su primera victoria del torneo. (Jam Media)
"Es que jugar contra diez, siempre es más difícil", dijo el técnico de Pumas, José Luis Trejo, al intentar encontrar una explicación de la segunda derrota consecutiva de la Universidad Nacional, contra un equipo de sólo diez hombres.
Los felinos se metieron al "Infierno" a despertar a los mismísimos Diablos del Toluca que venía de no ganar en el torneo y desde 2009 no poder derrotar a los felinos en su casa, el Nemesio Díez.
Pero contra Pumas hay que jugar con diez. Así lo hizo Guadalajara la jornada anterior, así lo hizo Toluca en ésta. Y resultó: 2-1 el resultado final, en un juego lleno de falta de oportunidades, con sólo destellos y que fue justamente ganado por el local. Al ritmo de los Diablos.
Decidieron hacer lo último, así que el árbitro salió a ayudar.
A los 28 minutos, ni Pablo Velázquez ni Lucas Lobos se decidieron a fusilar a Pikolín portero, así que Pikolín defensa les ayudó y "jaló" a Lobos en el área chica. El árbitro no expulsó al defensa, al ser el último hombre y cortar una oportunidad manifiesta de gol, pero sí marcó penalti, que Velázquez -a la postre héroe del juego- hizo el tanto cobrando abajo, a la izquierda del portero.
Un minuto después, a los 29', Matías Britos se le adelantó a Talavera para con remate con la cabeza igualar.
Después de eso, el juego volvió a la ignominia. El "Infierno" se enfrió cuando antes de terminar la primera parte, Édgar Benítez se fue expulsado por doble amonestación.
La táctica de Cardozo y sus Rojos para la segunda parte era lógica: todos para atrás, a guardar el balón y esperar una oportunidad solitaria al frente. Todo esto funcionó por la complacencia de Pumas, faltos de fuerza, de imaginación, de intensidad, de ambición.
Se critica que el Universidad está lleno de extranjeros, pero son éstos los que mostraron sangre. Romagnoli y Leandro tratando de arrastrar la pelota enmedio de tantas piernas rojas y Darío Verón yéndose al frente en busca de lo que los delanteros no podían ofrecer. Ni Javier Cortés, Luis Fuentes o los Pikolines mostraron arrestos en esos momentos claves.
Fue Toluca el que, aún con diez hombres, generó más y mostró garra... Fue Toluca el que se interesó por los tres puntos.
José Luis Trejo tuvo que soportar la apatía de Daniel Ludueña al ser cambiado, el poco aporte del joven Ramírez a su ingreso y, lo peor fue que a los 85 minutos Velázquez, diablo solitario en toda la segunda parte, cazó una pelota por lo alto para definir el juego.
Del odio al amor
De villano a héroe. El jugador más odiado al inicio del juego y más querido al término de éste fue Pablo Velázquez. El paraguayo fue abucheado cuando el sonido local hizo su presentación, pero después fue aplaudido al anotar los dos goles con los que Toluca derrotó a los Pumas.
Llegan los minutos finales y Velázquez sigue siendo insultado. "Eres un bulto. Muerto". Son los insultos que salen de la garganta, pero... el tiempo se detiene, y todos cambian de opinión cuando gracias a él se gana el partido. "Te amo Velázquez. Eres mi ídolo". Y al ser sustituido... "Te amo Pablo, mucho".
