¡¿Qué comí?!
Don Quijote le dijo a Sancho Panza: “Procura comer poco y cenar más poco, porque toda la salud del cuerpo, se fragua en la oficina del estómago”. Una frase un tanto lúcida para un personaje tan peculiar, sin embargo, acertada. Uno es lo que come, dicen por ahí. Por lo tanto, debemos revisar bien qué es lo que consumimos.
Según La Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año existen mil 500 millones de casos de enfermedades intestinales, debido principalmente a la intoxicación por medio del agua y alimentos, resultando en 1.5 millones de muertes. En México, un estudio gubernamental realizado en 2003, reportó 4 mil 556 decesos causados por infecciones intestinales. La COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios), reportó que en el primer semestre del año 2007, se rebasaron los 3.7 millones de casos similares en el país. Los niños son los más propensos a sufrir de estas enfermedades, por lo tanto los padres deben de estar al pendiente de lo que comen.
Estas enfermedades son muy comunes y pueden llegar a ser fatales si no se tratan a tiempo. Por lo tanto, se han creado muchos juicios falsos alrededor de la intoxicación de alimentos. Entre todo el mar de opiniones, es difícil diferenciar la verdad de la ficción. A continuación, se presentan algunos mitos que envuelven a este problema y la realidad de cada uno de ellos.
1. FALSO: Lo último que comiste es lo que te enfermó.
Aunque las enfermedades que resultan de la intoxicación de alimentos pueden ocurrir después de horas de ingerir alguna comida, es más común que se den dentro de dos a cinco días. Otras enfermedades pueden tardar semanas o meses para causar síntomas. Así que siempre es recomendable ir al doctor antes de culpar al restaurante local de pizzas por tu dolor de estómago.
2. FALSO: Los productos de origen animal son la única fuente de intoxicación.
Estos productos, como las carnes o los quesos, tienen una mala fama en cuestión de infecciones. Sin embargo, las frutas y vegetales están llegando a ser igual de peligrosos actualmente. Los productos frescos de la tierra son un problema de intoxicación debido a que normalmente se comen crudos, algunas prácticas son inseguras a la hora de la cosecha, a los animales silvestres en los sembradíos y a la mala calidad del agua para riego. De acuerdo al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), los productos vegetales frescos están ligados a casi la mitad de todos los casos de enfermedades por intoxicación de alimentos en Estados Unidos.
3. FALSO: El cocinar en casa siempre es seguro.
La fuente más frecuente de intoxicación por alimentos son los establecimientos que ofrecen servicios de comida. Sin embargo, la segunda fuente son los hogares. Debes tener tu hogar en orden para esquivar estas enfermedades. Es recomendable que evites la contaminación entre alimentos, usando diferentes utensilios para preparar cada alimento y desinfectar cada superficie de tu cocina. Trata de no enjuagar con agua la carne antes de comerla, pues esto hace que se dispersen las bacterias y los virus. No dejes la carne cruda o cocida fuera del refrigerador por mucho tiempo, pues hace que las bacterias se multipliquen. Trata de usar termómetros para asegurarte de matar las bacterias con el calor apropiado y siempre lava tus manos antes y después de preparar la comida.
4. FALSO: La carne cocida de pollo está buena si está clara y la de res si está café, no rosa.
El color no es un indicador seguro para saber si la comida está completamente cocida. La única forma de saber esto es con un termómetro. Las aves deben de tener una temperatura interior de 74 grados centígrados, la carne de res de 71 y la de puerco, pescado y mariscos de 63. El color de las carnes puede cambiar debido a diferencias químicas a la hora de cocinarse, al nivel de grasa que tengan, a la edad del animal cuando fue sacrificado o al tiempo que duró la carne expuesta al aire.
5. FALSO: Los alimentos bien cocidos no causan intoxicación.
Aunque los vegetales y los productos de origen animal estén bien cocidos, todavía pueden causar intoxicación. Esto se debe a que pueden sufrir contaminación de otros alimentos si se comparten utensilios para cortar y preparar toda la comida. Por ejemplo: el pollo infectado puede contaminar a los vegetales aun cuando estén cocidos.
6. FALSO: Al congelar la comida se mata a todas las bacterias.
A pesar de que las temperaturas bajas reducen el riesgo de que las bacterias y virus se reproduzcan, algunos pueden sobrevivir a temperaturas bajo cero. Uno de los virus más resistentes es el que causa “Hepatitis A”, el cual se puede transmitir por medio de alimentos vegetales como en las semillas de las granadas.
7. FALSO: Los alimentos enlatados producen intoxicación o envenenamiento.
Muchos mencionan que al abrir una lata inmediatamente se tiene que retirar el alimento, ya que el metal puede producir intoxicación o envenenamiento. Sin embargo, esto es completamente falso, pues el envase es hermético y estéril. Además, el metal tiene un recubrimiento de barniz, por lo que no se oxida y no tiene contacto con la comida. Aún así, es recomendable no usar latas que vengan abiertas o que se noten oxidadas.
FUENTE: CANAINCA - Best health Mag - WebMD - USA Today – Secretaria de Salud México - Asociación Mexicana de Infectología y Microbiología Clínica A.C.