Camellones llenos de basura y maleza, suciedad por doquier, miles de luminarias fundidas y por lo tanto tramos importantes de la ciudad en tinieblas, bardas atacadas por el grafiti, áreas verdes que no son otra cosa que basureros desperdigados y partes del drenaje que no funcionan, es ahora la novedad con que el alcalde Riquelme informa que se está encontrando apenas a poco más de dos semanas de haber asumido la presidencia.
Dentro del programa "Nos vemos el martes en tu colonia" el edil acompañado por los titulares de Simas, Desarrollo Social, Servicios Públicos Municipales (David Fernández, que irónicamente es el mismo que en el cuatrienio de Olmos dejó los servicios en las condiciones que hoy prometen atender) Medio Ambiente, Ordenamiento Territorial y Urbanismo, Obras Públicas, Atención Ciudadana y DIF Torreón, pudo darse una refrescada de la situación en la que se encuentra la ciudad que hoy gobierna.
Digo refrescada, porque el ingeniero Riquelme, que ha tenido una trayectoria fulgurante en la recién pasada administración estatal como en la vigente, que le permitió ser diputado federal, secretario de Desarrollo Social, secretario de Desarrollo Regional y secretario de Gobierno, por lo que no tiene de inicio perdón de Dios en decir que se está encontrando con una situación mucho más grave de la que pensaba.
Ante ello, Riquelme Solís agradece tener la fortuna de contar con recursos federales como los programas de Hábitat, Rescate de Espacios Públicos y de Prevención Social de la Violencia y Delincuencia, que le van a permitir poder subsanar todas las carencias que tiene Torreón. Y agrega con optimismo "Tendremos además, el apoyo del Gobierno del Estado, que le entrará no solamente a concretar este año una inversión conjunta en materia de obras, sino (que) también para el mejoramiento de la imagen urbana".
Esto de contar con los programas federales y del Gobierno estatal, es ya como una solución anticipada al problema que se le viene encima con esta situación: el presupuesto de egresos municipal proyectado para 2014 es insuficiente para poder medianamente remediar el abandono y las condiciones lamentables en las que se encuentran los torreonenses.
Ante estos hechos y declaraciones, el presidente municipal ayer señaló que poco el importan las críticas, ya que cualquiera de las acciones que ejerza en uso de sus facultades como alcalde recibirá siempre cuestionamientos. El trabajo será su respuesta a toda esa marejada de comentarios en contra de su gestión. Inaugurar una obra o realizar acciones todos los días será el sello de esta administración, según las palabras del propio alcalde.
Es cierto que imposible es evitar las críticas, por lo que el trabajo serio, honesto y arduo, es suficiente para que Miguel Riquelme tenga un buen desempeño al frente del municipio, pero el que ahora salga con su batea de babas de que la cosa es peor de lo que esperaba, se puede tomar con dos lecturas: o el ingeniero se la pasó absolutamente grillando desde que fue electo presidente hace cinco meses y no se dio el tiempo de regresar a las colonias donde tanto trabajo electoral ha hecho en estos últimos dos años, lo que haría suponer que no tuvo la capacidad para que el diagnóstico que dijo tener de la situación general de Torreón fuera preciso aunque expresamente lo niegue y aduzca que hasta que se mete a fondo a las colonias, es cuando entonces el dichoso diagnóstico se vuelve equivocado, o de plano, a los 16 días de haber asumido el mando ha decidido recriminar a su antecesor, por la condición fatídica en la que está la infraestructura municipal.
Son dos escenarios totalmente diferentes las lecturas antes mencionadas, si se equivocó en el diagnóstico ahora tendrá que padecer todo el año por tener un presupuesto insuficiente, lo que podría reducirse a un simple yerro. En cambio, si ha decidido poner ya distancia de su antecesor, ¿por qué entonces el alcalde ratifica al director de Servicios Públicos de la administración de la que tácitamente está marcando distancia?
Miguel Riquelme es trabajador, eso no se cuestiona, pero que pueda reponer pronto el daño que ha sufrido Torreón, eso sí está en duda y eso claro que es grave, como cuando él dijo que la situación de Torreón estaba más grave de lo que esperaba.