De acuerdo al Reglamento de Afiliación, Nombre y Sede de la Liga MX, el Querétaro podría ser desafiliado. (Jam Media)
El efecto dominó que provoca la intervención de la empresa Oceanografía, por parte de la Procuraduría General de la República, alcanza al Querétaro, club que podría ser desafiliado de la hoy llamada Liga MX.
Los Gallos Blancos son propiedad de Amado Yáñez, quien también es dueño del consorcio asegurado por la PGR debido a un fraude denunciado por Citigroup, el cual ascendería a 585 millones de dólares.
El inciso "d" del artículo 66 correspondiente al Reglamento de Afiliación, Nombre y Sede de la Liga MX estipula que es causa para la pérdida de la afiliación que "el dueño y/o los directivos del club incurran en actos delictivos o de dudosa reputación, a juicio del Comité Ejecutivo".
Yáñez adquirió la franquicia de los Jaguares de Chiapas durante el primer cuatrimestre del año anterior y la llevó a Querétaro para el inicio del ciclo futbolístico 2013-2014. También es propietario de los Delfines de Ciudad del Carmen, conjunto que milita en la Liga de Ascenso.
Su irrupción como dueño en el máximo circuito fue oficializada en mayo. En teoría, el empresario -y sus bienes- debieron sortear un riguroso proceso de certificación para ser admitidos.
No obstante, el club campechano, según el certificado de afiliación, pertenece a Verónica González, esposa de Yáñez, por lo que sólo el Querétaro estaría en riesgo.
Directivos de los Gallos Blancos no quisieron ofrecer alguna postura sobre la situación. Tampoco algún alto mando de la Liga MX o la Federación Mexicana de Futbol (FMF).
